Además de algunos puntos discutibles del protocolo sanitario para las clases presenciales, los mismos apuntan a un problema más básico y que conocen perfectamente, ya que normalmente son las cooperadoras escolares las que se encargan de los gastos de limpieza y mantenimiento de las escuelas, pero este año se vuelve complicado por la situación económica de muchas cabezas de familia.
“Somos nosotros los que les pedimos ayuda, porque no vamos a contar para el pago de salario de personal de limpieza. ¿Cómo vamos a hacer? Es muy importante y preocupante y lo único que dicen es ‘no hay los recursos’, eso es lo que nos responden después de décadas de no haber siquiera molestado ni ellos preguntado cómo hacemos para conseguir esos recursos”, sostuvo Monges.
Destacan que no esperan nada de arriba y, de hecho, todos los años los padres aportan para este tipo de gastos, pero este año es distinto y propusieron buscar alternativas, pero encuentran reticencia de parte las autoridades del MEC. “No fuimos partícipes de todo lo que han decidido y hoy día nos dicen: las cooperadoras escolares son importantes y necesitamos de todos ustedes. Prácticamente a 22 días del inicio de clases, nos dicen”, reclamó pese a que el MEC sabe que “la totalidad del pago de salarios del personal de limpieza, docentes en muchos casos, portería y todo lo que conlleva la limpieza son 100% de trabajo voluntario de las Cooperadoras Escolares”. Agregó finalmente que es una pena que el Ministerio de Educación haya preparado un protocolo que exige mucho a las familias y que ofrece poco a cambio.