Del cotejo de ambos promedios se infiere que el costo de referencia aumentó para la estatal paraguaya en un 4,4%, o sea 1,18 por cada MWh que le suministró la central paraguayo-brasileña.
Si limitamos nuestro análisis y comparaciones a los costos unitarios, el impacto del aumento, aparentemente, se atenúa; sin embargo, si abarcamos el monto de las facturas de la ANDE de los dos años por compra a Itaipú de energía, los riesgos inadvertidos se hacen más visibles.
En 2019, la eléctrica estatal retiró de la central paraguayo-brasileña 15.261.594 MWh, según los registros del Viceministerio de Minas y Energía. Multipliquemos entonces esta cantidad por el costo unitario medio de ese ejercicio, por US$ 27,00/MWh y veremos que la cuenta de la ANDE en 2019 era de US$ 412.063.038.
Procedamos del mismo modo con los números correspondientes al 2020: 15.669.526 MWh por 28,18 y veremos que la factura del año pasado exigía el pago de US$ 441.567.242,7.
Por lo tanto, en 2020 la factura de la empresa eléctrica de nuestro país pesaba US$ 29.504.204,7 más que en 2019, incorporando los US$ 11.495.523,8 que corresponden a los 407.932 MWh, los números del incremento el consumo del Sistema Interconectado Nacional (SIN) 2020 con relación al 2019 (2,7% más).
Se le preguntó cómo absorbería la ANDE el impacto de esa variación, a lo que respondió “que a pesar de la crisis hidrológica se hizo un buen aprovechamiento” de las opciones con que cuentan, o sea, además de Itaipú, Yacyretá y Acaray.
Explicó que la combinación de las tarifas de las tres centrales les permitió reducir ese costo medio a US$ 27,65/MWh.
Cotejando los registros del Minas y Energía de los dos años, vemos que el aprovechamiento de Yacyretá, hasta ahora un privilegio muy conveniente del sistema argentino, se incrementó en un 38% en 2020 con relación al ejercicio inmediatamente anterior.
No obstante, el aporte de Acaray se retrajo el año pasado en 41%, según el Viceministerio. Claro su participación en la cobertura de la demanda del SIN fue apenas del 3,2% el año pasado.
Recordemos que Itaipú cubrió la demanda local en un 87,5%, Yacyretá en un 9,3% y Acaray en un 3,2%.
Sosa recordó que la estatal está pagando a Yacyretá una tarifa de US$ 22,63/MWh, pese a que su tarifa está US$ 44/MWh. No explicó que la ANDE paga esa tarifa porque no acepta la vigencia de la Nota Reversal del 9 de enero de 1992; tampoco aclaró que la EBY anota en la columna del DEBE de la ANDE la diferencia. Su deuda acumulada l en ese concepto al 2015, año en que cerraron las cuentas para firmar el acta Cartes-Macri, trepaba ya a US$ 205 millones.
Apuntemos también que la ANDE no factura a sus clientes por toda la cantidad que le proveen sus fuentes. En 2019 facturó por el 77%, aproximadamente, de la cantidad de MWh que le suministraron.