El pasado 3 de febrero se produjo la trágica muerte de Olinda Ibañes, una ciudadana brasilera de 51 años de edad, de su hija Natalia Dos Santos, de 21 años y su nieto de apenas 5, cuando, mientras circulaban a bordo de su motocicleta, quedaron enredados entre cables con corriente eléctrica, luego de que se derrumbara un poste, en un camino vecinal en el distrito de Carlos Antonio López, Itapúa.
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Mediante una constatación de la ANDE se determinó que el poste en cuestión y la conexión que causó la tragedia correspondían a una conexión clandestina para la vivienda de Gerónimo Benitez, un poblador de la zona, que precisamente fue el primero en encontrar a las víctimas ya sin vida, puesto que fue a verificar el motivo de la ausencia de energía en su vivienda.
Por este motivo, el fiscal interviniente Luis Albertini, imputó a Benítez por homicidio culposo y sustracción de energía eléctrica, al ser sindicado responsable de la conexión clandestina que ocasionó el triple deceso.