Los acusados son Víctor José Luis Velázquez Vera, por el hecho punible de homicidio culposo, y Liz Marlene González Belloto, por el hecho punible de omisión de auxilio.
Según los antecedentes, en fecha 28 de setiembre de 2019, entre las 02:00 y 02:30 de la madrugada aproximadamente, en una estación de servicio de la ciudad de Areguá, Víctor Velázquez se encontraba conduciendo su vehículo a gran velocidad e impactó en el ciudadano Richard Javier Sosa Quiñónez, quien se encontraba caminando en el lugar.
Asimismo detrás de él iba conduciendo su vehículo también a gran velocidad Liz González, quien es pareja sentimental de Velázquez Vera. Es así que, ambos conductores detuvieron la marcha cerca de la víctima que quedó tendida en el suelo mal herida y luego se dieron a la fuga sin ayudarlo.
La víctima fue auxiliada por otras personas y trasladada hasta el hospital para su atención. Posteriormente, se confirmó su muerte a consecuencia de las múltiples heridas ocasionadas por el fuerte impacto. Tuvo muerte cerebral y paro cardiorrespiratorio.
En el escrito presentado, la Fiscalía manifiesta que Víctor Velázquez no respetó las señales de tránsito y circulaba a una velocidad prohibida. Conforme al caso de Liz González, la misma no auxilió a la víctima pese a quedarse a mirar unos escasos minutos junto con el otro acusado, siguió la marcha huyendo.
El Ministerio Público realizó diversas diligencias técnicas e investigativas con el objetivo de reunir suficientes elementos de convicción a fin de reconstruir la verdad histórica de los hechos y más aún cuando los acusados huyeron del lugar.
En referencia a los antecedentes investigativos, al momento de producirse el impacto del vehículo conducido por el acusado, en el pavimento quedaron capas de pintura que fueron recogidas por el personal policial interviniente, ante esto, el acusado con posterioridad a la comisión del hecho, a fin de evitar que las autoridades se percaten de lo ocurrido mandó realizar tareas de reparación del vehículo en el área afectada por el choque, lo cual se pudo constatar con una imagen del vehículo que fue tomada a dicho rodado cuando se encontraba estacionado en la vía pública, frente a la vivienda de Víctor Velázquez, dos días después del hecho. En dicha fotografía se pudo notar que el automóvil tenía rastros de reparación en la chapería frontal.
Asimismo, el personal del Laboratorio Forense del Ministerio Público realizó el cotejo entre el vehículo y los elementos levantados como evidencia y concluyeron en que tenían las mismas características.
Toda la secuencia emprendida por ambos vehículos pudo ser obtenida gracias a las imágenes de las cámaras de circuito cerrado de los diversos locales ubicados durante todo el trayecto por el que se desplazaron los acusados, es así que tales imágenes fueron sometidas a un análisis técnico cronológico con fotogramas elaborado por la sección de acústica e imagen del Laboratorio Forense sirviendo a su vez a la base de la acusación.
No obstante, pese a haber huido los acusados luego de la comisión de los hechos, tras un minucioso estudio realizado se pudo determinar la velocidad en la que iba conduciendo el acusado Víctor Velázquez en la ruta, que era excesiva y prohibida, generando con ello un riesgo que derivó en la muerte de la víctima.