Seis de los ocho compatriotas eliminados en Brasil resultaron ser Óscar Rubén Cardozo Delvalle, de 32 años; Edson Prieto Dávalos, de 27 años; su hermano Óscar Prieto Dávalos, de 23 años; Fredi Portillo Rodríguez, de 30 años; Daniel Irala Escobar, de 31 años, y Blas Daniel Moraez González, de 18 años.
Estos fueron identificados plenamente por policías de Criminalística de Paraguay que cruzaron al lado brasileño y les tomaron las huellas dactilares.
Los otros dos abatidos también son paraguayos, pero sus identidades serán confirmadas recién hoy, ya que no figuran en el sistema AFIS de la Policía. Uno sería Diego Marcial Moraez González, de 25 años (hermano de Blas).
Los ocho compatriotas formaron parte del grupo de al menos 40 soldados del Primer Comando da Capital (PCC) que el sábado de noche atacaron el cuartel policial paraguayo en el que funcionan varias unidades especializadas y donde estaba preso el máximo líder de dicha facción en la frontera, Giovanni Barbosa Da Silva, alias Bonitão, de 29 años, según la Policía.
Sin embargo, la liberación del capo fue evitada por los 40 policías de Investigaciones, Crimen Organizado, Automotores, Antinarcóticos, Criminalística, Homicidios, Interpol y GEO que resistieron el embate y que derrotaron a los criminales luego de que estos se quedaran sin balas en sus pistolas y fusiles.
El jefe del PCC, finalmente, fue expulsado el domingo último, por orden del presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
Bonitão fue entregado a la Policía Federal del Brasil en el Puente de la Amistad de Ciudad del Este.
Localización
Solo 48 horas después del histórico ataque del PCC a la Policía paraguaya, policías brasileños del Garras (Grupo de Represión a Robos, Asaltos y Secuestros) localizaron la guarida en la que seguían escondidos al menos 10 de los agresores que actuaron en Pedro Juan Caballero.
La casa queda cerca de la sede de la Universidad Estadual de Mato Grosso del Sur, a 500 metros de la línea internacional que divide Paraguay y Brasil y a cinco kilómetros del centro de Pedro Juan Caballero, camino a Zanja Pytã.
Cuando irrumpieron los policías del Garras, el lunes de noche, los miembros del PCC abrieron fuego, pero seis de ellos cayeron muertos en el mismo lugar. El séptimo fue perseguido y eliminado a pocos kilómetros por agentes de otra unidad de élite que apoyó la operación, el Departamento de Operaciones de Frontera (DOF).
El octavo fallecido fue hallado recién ayer de mañana en un pastizal luego de un sobrevuelo. El grupo tenía armas y vehículos robados.