“Si queda firme la resolución sigue el juicio para dictar sentencia, porque esto puede ser recurrido, puede ser apelado, si es que una de las partes no está de acuerdo. Si queda firme, se dicta sentencia y si se va a la Cámara (de Apelaciones) ahí se debe definir si queda firme o no esta resolución. Si se apela, se va al Tribunal de Apelación, donde se revoca o se confirma la resolución”, expresó Garcete a ABC.
Justamente, el 31 de diciembre del 2020, se presentó en el juzgado el abogado Diego Ariel Serafi, como nuevo representante de Texos, en reemplazo del cuestionado Abel Germán Ávalos, y pretendía que se cumpliera con lo estipulado en el acuerdo secreto, es decir, que se pagaran los US$ 7 millones convenidos a la firma argentina. El jueves último este profesional presentó un poder ante el Tribunal y según fuentes, apelaría la resolución de Garcete que anuló el criticado acuerdo extrajudicial.
Esto sería para seguir alargando el proceso, que está en autos para una sentencia desde el 2017, pero el juez Garcete seguía sin resolverla “por sobrecarga laboral”. Se le consultó además al juez si conocía al nuevo abogado de Texos y manifestó que aún no sabía si era paraguayo o argentino. Vale señalar que Diego Ariel Serafi se presentó en el Juzgado de Garcete para “cuestionar” las actuaciones de su colega Abel Germán Ávalos, quien pidió un allanamiento al pedido presentado por el exprocurador Sergio Coscia y el exdirector jurídico de Petropar, Alberto Mendoza, para dejar sin efecto el acuerdo secreto.
Sin tener un poder especial, Ávalos incluso pidió seguir con el juicio y ya reclamó US$ 38.253.135 millones más intereses por los supuestos daños a Texos, luego de anularse la adjudicación que le dieron en Petropar para la compra de gasoíl en 2009 (por US$ 68 millones). El monto solicitado originalmente vía judicial era de un poco más de US$ 31 millones. Tras la intervención de Serafi, el misterioso abogado desistió de su allanamiento.