La Plaza Ecológica de las Artes, del barrio Ykuá Sati, en vez de ser un parque ecológico, hoy se muestra bastante sucia, con un rostro de abandono total y una terrible infestación de mosquitos que hace imposible pararse en este sitio sin que a uno le abrumen estos intolerables insectos.
La Municipalidad de Asunción, si bien tiene un cartel, o varios, definitivamente no se dedica al cuidado de estos añosos y bellos árboles. Les falta una buena poda y limpieza para que se pueda utilizar como lugar de esparcimiento.
A los vecinos les preocupan dos situaciones: la primera es que el sitio es un criadero de mosquitos que transmiten el dengue, porque todos sabemos que en esta misma época el año pasado estábamos enfrentando la peor epidemia de dengue de los últimos 10 años, según la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud. Ahora que volvemos a visitar la plaza encontramos el mismo escenario sucio, con las plantas y malezas muy crecidas.
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Lo otro que preocupa, que también es una “epidemia” en nuestro país, es la delincuencia, ya que este espacio puede convertirse en un aguantadero de delincuentes. Esta es una zona con casas muy hermosas y este tipo de parques no cuidados, no controlados, podría ser un escondite para los ladrones, que así actuarían con total libertad.
Y como se puede observar en imágenes, la municipalidad desde hace prácticamente dos años dejó de hacer su trabajo en la plaza, que sería muy hermosa y un ejemplo de paisajismo e higiene. Simplemente se olvidaron de controlar y mantenerla como es debido.
El debate suscitado en la página de la Municipalidad de Asunción, en redes sociales, se hace eco de gente que denuncia justamente esta desidia. Un grupo de personas le decía a los vecinos: “¿Y por qué no lo limpian ustedes?”. Y esos vecinos respondían: “Pero nosotros pagamos impuestos para la limpieza y mantenimiento de estos espacios verdes fundamentales para la capital del país”. La suma de dinero que posiblemente va a parar al bolsillo de unos cuantos y no al mantenimiento de estos espacios con añosos y hermosos árboles. La invasión de mosquitos es desesperante y en horas de la noche es peor.
Hace un año se hacía la denuncia y esto continúa en estado de dejadez. Es un mal ejemplo de cómo el ser humano no cuida su entorno y las autoridades encargadas no cumplen su función. La situación es muy parecida ahora y la municipalidad no hace absolutamente nada en este sitio desde hace dos años, según los vecinos.