“La mejor motivación viene siempre del interior y ella es el eje principal que me ayuda a persistir en la búsqueda y consecución de objetivos”, dice la licenciada Alejandra Fernández, Psicóloga Educacional y Neuroeducadora.
Dichos objetivos pueden ser: alcanzar sueños, mejorar como personas, cambiar hábitos alimenticios, etc. “Se piensa que la motivación únicamente proviene de afuera y es el motor de arranque que generalmente nos impulsa a dar los primeros pasos. Sin embargo, con el correr de los meses esa llama inicial se va extinguiendo y es aquí cuando la mayoría decide abandonar sus planes o los da por perdido”, agrega.
Los cambios cuestan
Nuestro cerebro está preparado biológicamente para la supervivencia. Pero hay que entender que los cambios no son bienvenidos muy fácilmente porque este posee todo un sistema diseñado para la conservación de lo que ya anteriormente teníamos establecido como rutina, “entonces lo que va a pasar es que va a crear inicialmente una resistencia al cambio. De manera sistemática, lograremos mediante la neuroplasticidad (capacidad del cerebro para adaptarse a nuevos aprendizajes) habituar a nuestro cerebro a ese nuevo camino que decidimos emprender mediante la automotivación”, explica la profesional.
La imaginación y el cerebro
Según la psicóloga, la motivación se encuentra estrechamente relacionada con el circuito de recompensa cerebral y aunque no lo crean, la imaginación es nuestra aliada pues la misma funciona como gatillo para activar el circuito de recompensa y la motivación.
“Ahora, ojo, ¿en qué sentido o cómo? poder imaginar, visualizar los beneficios que me traerá: dejar de lado un placer cercano por uno a largo plazo; pongamos un ejemplo: mi objetivo es dejar de comer tantos dulces, lo que implica un cambio de conducta alimentaria. “Renuncio a mi placer cercano que sería disfrutar del dulce por un placer lejano es decir gozar de buena salud, establecer un hábito saludable. Aquí la meta debe ser realista y por sobre todo éstos cambios precisan ser segmentados, ir dando micropasos con constancia y gradualmente”
La importancia del diálogo interno
Por lo mismo algo fundamental es el diálogo interno ¿cómo me hablo? va a influir directamente en mi motivación acompañado de poder visualizar con la imaginación los beneficios.
“Si ponemos a consideración que la motivación se encuentra constituida por factores que son capaces de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo, observamos que la misma está involucrada en diferenciar las recompensas, en ser perseverantes y con la capacidad de monitorear nuestras acciones para mantenernos en el camino, todas aquellas funciones ejecutivas (son actividades mentales complejas, necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno y para alcanzar metas”. (Bauermeister, 2008).
Algunas actividades de ayuda son:
–Planificar y tener por escrito un registro de las metas, objetivos y por supuesto la recompensa que podemos alcanzar.
–Constantemente ir leyendo mi registro para las modificaciones pertinentes sobre todo en cuanto a las recompensas por posibles logros.
–Graficar los logros obtenidos y los sentimientos que lo acompañan (para activar el sistema visual y sea un disparador de la motivación).
–Anticipar posibles dificultades, mientras más le preparamos al cerebro para buscar diversas soluciones nos lleva a no sentirnos sobrepasados, lo ideal sería llevar un registro de los modos en que vamos a actuar ante esa dificultad.
–Crear momentos para valorar los esfuerzos y logros.
–Imaginar cómo uno va a sentirse logrando esa meta propuesta.
–Tener a la vista una imagen, una palabra o frase en un lugar donde sea fácil de visualizar que nos encamine a canalizar nuestra atención y energía hacia los objetivos.
–De ser posible llevar una planilla de registro diario para ver si realmente estoy haciendo lo que me propuse lo que me va a permitir observar por ejemplo al cabo de días si hice poco o mucho y de ésta manera reencauzarme o sentirme pleno por los pasos dados.
“Para que yo logre alcanzar metas y cumplir con los objetivos que me propongo debo necesariamente esforzarme y ser perseverante lo cual requiere de motivación” finalizó la especialista de la psicología.