“Este año tenemos más colores y menos bombas para que sea un festejo lindo y despedir el feo 2020″, dijo una señora que ofrece unas “tortas” con luces espectaculares que se reflejan en el cielo, desde G. 100 mil. A pocos días de Navidad, los puestos de venta ya se instalaron en la Plaza de la Amistad del Mercado 4, sobre Pozo Favorito y Ana Díaz.
Doña Prince se caracteriza por ponerles nombres de los políticos a sus petardos más potentes, pero este año es diferente. “Este año, como son muchos los políticos, no sé por dónde empezar. A todos los pongo en la misma bolsa porque pésimo nuestro país, cada vez está peor. Y en esta pandemia, Marito, con sus 500 mil´i, no nos alcanza ni para el puchero. Yo le digo ‘Pytyvo´i’ porque de nada nos sirve”, expresó.
Otra vendedora dio también sus precios: desde G. 500 encontramos trompitos y estrellitas. Los artefactos luminosos son menos dañinos; los explosivos son para los adultos, dijo otra vendedora, que con mucha ilusión quiere vender sus luces.
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Evalúe y cuide a su familia
La vida comercial en este rubro intenta atraer la atención de los que disfrutan con los efectos resplandecientes, sinónimo de fiesta y alegría; sin embargo, no podemos dejar de mencionar que desde el Ministerio de Salud y el Hospital de Trauma, hasta donde llegan las víctimas de bombas y pirotecnia, recomiendan evitar la utilización de estos artefactos.
Muchos tienen una capacidad de explosión capaces de arrancar dedos, manos, ojos y arruinar para siempre la vida de las personas. Estas bombas a menudo se combinan con otros materiales que se expanden a gran velocidad, ocasionando quemaduras, mutilaciones de miembros y hasta pérdida de la visión.
Unos minutos de bullicio pueden terminar en una tragedia para niños y adultos. Tenga en cuenta que estos artefactos son peligrosos y exigen ciertos cuidados en el manipuleo y el uso. Disfrute de las fiestas. Nadie tiene que ir a emergencias por un minuto de imprudencia.