La nefróloga paraguaya Rossana Corti, que reside en Florida, Estados Unidos, desde 2006, compartió su experiencia con ABC Cardinal tras haberse aplicado la vacuna contra el COVID-19 que pertenece a Pfizer-BioNTech.
Corti señaló que la aplicación de esta vacuna se divide en dos dosis: la primera inyección se realizó el 12 de diciembre, mientras que la segunda sería en los primeros días de enero de 2021.
Comentó que tras haberse aplicado la primera dosis tuvo una reacción alérgica que fue controlada con medicación y que duró apenas horas. Explicó que en el protocolo se advierte que podría haber efectos tras la aplicación, por lo que se establece un tiempo de alrededor de 15 minutos para observación.
“Antes de aplicarnos la vacuna sabíamos que íbamos a tener efectos colaterales. Lo que a mí me pasó es que tuve una pequeña reacción alérgica. Me trasladaron a otro lugar, me dieron una medicación y me tuvieron ahí dos o tres horas hasta que todo estaba estable”, expresó.
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Instó a las personas a no temer a la vacuna, ya que no hay muchas opciones de tratamiento. Igualmente, aclaró que en algunos las dosis tendrían efectos secundarios, que no son más graves que la enfermedad y que se producen por componentes genéticos del virus.
“Lo que quiero transmitir con todo esto es que el COVID-19 está matando a mucha gente y, lastimosamente, como médicos no tenemos mucha opción de tratamientos; por eso, la mejor forma es la prevención. Ahora salió la vacuna y yo les pido a las personas que no tengan miedo, que sí van a tener efectos colaterales, como lo tienen cuando se aplican la de la influenza”, expresó.
Según las especificaciones médicas, Corti afirmó que dos semanas después de la aplicación de la segunda dosis generaría la inmunidad contra la enfermedad. Para verificar si cuenta en su organismo con anticuerpos, será sometida a una evaluación mediante análisis laboratoriales.
En el mismo sentido, la nefróloga indicó que el tiempo estimado que brindaría inmunidad esta vacuna sería de hasta 8 meses, por lo que sería necesaria otra dosis posteriormente.
En el Reino Unido, donde se procedió a la aplicación de dosis contra el COVID-19, se pretende exigir la presentación de una tarjeta de vacunación. Al respecto, la nefróloga indicó que, hasta el momento, en Estados Unidos la inyección es una opción, pero que sería obligatoria la inmunización en médicos en los próximos años.
La vacuna de Pfizer-BioNTech empezó a aplicarse a tres millones de personas en Estados Unidos esta semana. Se espera llegar a 20 millones de inmunizados este mes si se aprueba la dosis desarrollada por el laboratorio estadounidense Moderna.