Los vecinos lamentaron, una vez más, el grave daño ambiental que se generó en la zona de la laguna Cerro en Limpio, con el funcionamiento de la curtiembre Waltrading, propiedad de Rogelio Ferreira Martins, que pese a haber dejado de operar el rastro de la contaminación sigue muy latente.
“Con cada lluvia se iba cayendo la tierra que construyeron los de la curtiembre para llegar hasta el establecimiento. Nosotros ya veníamos avisando a la gente del Mades, pero nada hizo, nunca hacen nada. Vienen, miran y hasta allí. Ahora ya se cayó el dique y el agua contaminada pasó al otro sector y llegó al riacho San Francisco”, se lamentó Herminia Meza, una de las pobladoras.
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Agregó que hace 15 días se volvió a verificar el funcionamiento de la curtiembre. No se encontraba en funcionamiento completo, pero había rastros de que se enterró el cuero vacuno. Allí también hay contaminación de suelo, sostuvo la pobladora. Agregó que hasta la fecha no se ha implementado un plan de mitigación y recuperación ambiental para tratar de restaurar el ecosistema dañado.
“Nada se hace para recuperar la laguna, los técnicos del Mades se pasan mirando, vienen se pasean pero no hay soluciones concretas para salvar nuestra laguna”, dijo Meza.
La denunciante dijo que luego de la suspensión de las actividades de la curtiembre el agua dejó de tener el color lila a simple vista y que comenzó a tener un color verduzco maloliente, lo que significa que la contaminación está más presente que nunca.
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“El color ya no es lila, ahora es verde. Se pudre, parece por el olor, pero al remover un poquito ya aparece de nuevo lo lila. Eso es porque el químico contaminante sigue allí. No se hace un trabajo de mitigación”, puntualizó.
Tras desmoronarse el dique, el agua verduzca cayó con toda su fuerza al riacho San Francisco y desde allí irá al río Paraguay, situación que podría generar mortandad de peces y más contaminación.