La Coordinación de Cultura y el Despacho de la Primera Dama de Boquerón, además la Dirección de Turismo y Artesanías de la Municipalidad de Filadelfia, organizaron una feria artesanal de dos días en la sede gubernamental para revivir el arte ante el COVID-19.
Los organizadores señalaron que la artesanía es un rubro bastante marginado en cuanto a su comercialización y promoción. “La artesanía no está inserta en una agenda publica ni en la microeconomía, en cuanto a su importancia, entonces nuestra intención es exponer, promocionar y al mismo tiempo comercializar, con el fin de dinamizar un poco la economía de los artesanos locales”, dijo Jorgelina Rolón, de la Municipalidad de Filadelfia.
Rolón señaló que la pandemia afectó a los artesanos en forma preponderante, por la casi nula comercialización de los productos. Indicó que la artesanía cubre toda una cadena, que va desde el artesano hasta las empresas que comercializan los artículos, y estas empresas en la capital cerraron sus puertas por la pandemia, lo que golpeó fuertemente a los artesanos en el interior del país.
En el Chaco se sumó a la pandemia la prolongada sequía, lo que influyó para que los artesanos indígenas no encontraran la materia prima en cantidad y calidad. “La ausencia de lluvias también afectó conjuntamente con la pandemia, que trajo una casi nula comercialización”, lamentó Rolón.
En el Centro de Interpretación del Gran Chaco, actualmente administrado por la Municipalidad de Filadelfia, se llegó a comercializar en estos meses algo de artesanía, gracias a algunas visitas programadas. “Nuestra apuesta siempre es en la promoción, que la gente conozca, valorice y a partir de ahí haya también algún interés de comprar los productos artesanales”, apunto Rolón.
De la feria participaron artesanos del pueblo enhlet, ayoreo, nivaclé, menjuí, angaité y artistas locales de la zona. Se ofrecieron los diferentes productos elaborados por la fibra de karaguatá y de palo santo y hamacas de hilos reciclados producidos por artesanos del pueblo enhlet.