El documento se estructura sobre la base de las triples transiciones: social, económica y energética que, junto al enfoque de desarrollo humano —clave para el PNUD—, conforman un eje estratégico a la hora de formular las políticas públicas de un país. En el informe otros tres ejes son centrales ante los desafíos que el Paraguay debe enfrentar: la energía y la equidad; las políticas sectoriales y las políticas de Estado.
La relevancia de la temática elegida, la energía y el desarrollo humano, se fundamenta en el hecho de que la matriz energética de un país, contemplada tanto desde el punto de vista de la oferta como desde la demanda, constituye una dimensión vital para evaluar los logros del país en materia de desarrollo, así como los desafíos pendientes.
La energía es un recurso imprescindible para promover el desarrollo humano: crear capacidades, aprovechar las oportunidades que trae consigo el desarrollo y hacer frente a los desafíos que este plantea. El uso de fuentes de energía sostenibles y limpias, a su vez, es crucial para garantizar el cuidado del medioambiente y favorecer un desarrollo equitativo.
ELECTRICIDAD Y DESARROLLO
En el informe se examinan las interacciones del desarrollo humano con la energía, se estudia la evolución de la matriz energética paraguaya y se analizan tanto la estructura institucional como la política energética del país, sobre la base de un enfoque tendiente a promover una transición energética centrada en la electricidad y orientada a la equidad y el desarrollo sostenible.
En cuanto al marco de referencia del informe, dos premisas guiaron su elaboración: El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7, relativo a la energía y el Plan Nacional de Desarrollo Paraguay 2030; y por otro lado, los análisis sobre los posibles escenarios que se desplegarán en el Paraguay más allá del 2023, año en que se revisará el anexo C del Tratado de Itaipú, que define elementos clave de ese tratado. El ODS 7 es uno de los 17 Objetivos que conforman la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015 por medio de una resolución de la que Paraguay es signatario.
ENERGíA Y EQUIDAD
Al abordar la temática energía y equidad el informe expone los conceptos de equidad, pobreza y vulnerabilidad energética como elementos clave de las políticas públicas del sector de la energía.
El acceso a la energía eléctrica, la tarifa social, las energías renovables no convencionales y mini redes y las rentas hidroeléctricas extraordinarias están contempladas en el informe. Igualmente, se aborda el sector del transporte en Paraguay y la transición hacia la electromovilidad, la transición energética y el papel de las MIPYMES en el Paraguay, las políticas de Estado, la Política Energética Nacional 2040 y la gobernanza energética.
Al analizar la gobernanza energética, el informe señala que el hecho de no contar con una institución dedicada exclusivamente a coordinar el desarrollo del sector energético limita seriamente las posibilidades de ejercer una adecuada gobernanza energética en el país, indispensable para promover y aprovechar las oportunidades que conlleva, tanto la transición energética, como su convergencia con las transiciones económica y social.
Sobre la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, el documento indica que establecer cuál será el destino de las rentas hidroeléctricas adicionales que estarían disponibles como resultado de la revisión, es muy importante para el país, pues un manejo adecuado de las mismas podría contribuir a impulsar las transiciones —energética, económica y social— que el Paraguay necesita.