Indicó que los problemas técnicos que surgieron fueron de distribución y que la ANDE tiene un plan para priorizar esta área.
Recordó que es necesario invertir US$ 200 millones anuales en el sistema de Distribución a diferencia de los US$ 50 millones invertidos actualmente. Y admitió que hay un rezago de inversión en esa área.
Por ello es que la ANDE necesita desembolsar US$ 1.000 millones en Distribución en los próximos cinco años para el cambio del 80% de los conductores desnudos a protegidos y para la incorporación de la tecnología principalmente. De dicha cifra, la estatal cuenta con recursos vía financiamiento, de US$ 700 millones, de los cuales US$ 450 millones ya están en ejecución y otros US$ 250 millones fueron obtenidos este mes, a través de la firma de contrato con el Banco de Desarrollo de América Latina.
Los US$ 300 millones restantes que se requieren son los que quedarían pendientes de financiación.
Sosa agregó también que la ANDE recauda anualmente US$ 800 millones. De allí, gasta en servicios personales el 12%, 60% en compra de energía, y quedan 28% de fondos propios para las inversiones.
Señaló que no cuenta aún con la cifra de lo que costaría “sincerar” la tarifa de la ANDE. “(Para conocer) esa diferencia en este momento estamos realizando el estudio para el nuevo plan maestro, que vamos a tener en diciembre de este año, y vamos a tener los últimos números para dar la información actualizada”, anunció.