“Yo quiero ser tiktoker”, “yo quiero ser youtuber”, son algunas de las expresiones que a menudo escuchamos de los niños hoy en día, ya sea en conversaciones con su grupo de compañeros, amigos o mismo en la casa, con la familia. Pero… ¿qué implica el filmar esos videos que ganan popularidad y miles de seguidores? La psicóloga infantojuvenil, licenciada Blanca Villalba de Centurión nos habla de la “Hipersexualidad Infantil”, tendencia que va en aumento.
Hipersexualidad infantil
La licenciada manifiesta que hipersexualidad o la erotización de la infancia se entiende como un fenómeno que se caracteriza por una sexualización cada vez más temprana en los niños, especialmente entre las niñas. Eso implica que las niñas representen roles y manifiesten conductas inapropiadas que son reflejo de la introducción precoz de éstas en algo tan característico de la adultez como es la sexualidad. Este fenómeno tiene consecuencias en el bienestar de los niños.
“Es un problema que sin dudas ha ido en aumento en los últimos años. Esto es debido a que los niños están expuestos a músicas o videos inapropiados como por ejemplo coreografías de reguetón, novelas o publicidades, incluso ropa de adultos para bebés y niños pequeños, entre otras; que contribuyen a lo que hoy los especialistas llaman hipersexualidad infantil, la cual se atribuye al exceso de exposición ante estas propuestas inadecuadas para su edad y la falta de control sobre los medios de comunicación, publicidad, redes sociales que inundan de estereotipos a la sociedad. Y sin control, los niños no saben cómo manejarlo” destaca la profesional de la psicología.
Según estudios
En un estudio realizado en el año 2011 por The Model Alliance, una plataforma que surgió para reivindicar y vigilar los derechos de las jóvenes que trabajan en el mundo de la moda, realizó una encuesta entre 240 modelos. Los resultados indicaron que la mayoría (un 54,7%) empezaron entre los 13 y los 16 años, mientras que un 37,3% lo hicieron entre los 17 y los 20 años. La encuesta también reveló que una mayoría de las chicas menores de 18 años nunca o casi nunca están acompañadas por los padres o algún tutor durante su trabajo. Todos estos resultados ya eran alarmantes en aquel entonces. Sin embargo, hoy en día vemos a niñas menores de 10 años subiendo videos en las redes sociales con bailes provocativos o incluso imitando conversaciones y expresiones de adultos.
¿Cómo podría perjudicar?
Podría perjudicar de muchas maneras, asegura Villalba de Centurión, “los niños están en etapa de crecimiento y desarrollo, no solo físico sino también emocional. Su personalidad se va definiendo. El peligro es que, al centrarse en su atractivo físico, los niños aprenden a compararse y a desvalorizarse, debido a que no pueden alcanzar un prototipo que no es acorde a su edad”.
La obsesión por verse bien
La psicóloga agrega que como resultado de la hipersexualidad podemos ver a los pequeños desarrollar una obsesión por un peso ideal o por mejorar aspectos de su rostro a una edad muy temprana. Por supuesto, esto no solo trae problemas a nivel físico, sino también psicológicos, como ansiedad, depresión, insatisfacción corporal y el padecimiento de trastornos alimenticios como anorexia y bulimia.
“Es triste ver cómo se normaliza una tendencia que claramente va en contra de los derechos del niño. La etapa de la infancia cada vez es más corta y, como consecuencia, las preocupaciones de los niños se asemejan cada vez más a las de los adolescentes. El paso de la infancia a la adolescencia se ve recortado por una sociedad acelerada, que no tiene tiempo para verlos crecer y desarrollarse a su propio ritmo”, añade.
Entre sus recomendaciones, la profesional destaca:
-Valoremos cada etapa del niño, disfrutemos nosotros de su infancia y hagamos que ellos también lo disfruten, promoviendo que se diviertan, jueguen, experimenten, descubran y aprendan de su medio natural. Juguemos con ellos, compartamos momentos y démosles atención constante.
- Supervisemos todo lo que ven y escuchan, lo que cantan y bailan. Acceder a contenidos inapropiados para su edad es fácil. No descuidemos lo que ven en internet y limitemos el acceso a redes.
–Hablemos con nuestros hijos desde pequeños, conozcamos lo que les gusta y validemos dichos gustos. Eso les favorecerá en la construcción de su propia personalidad, su identidad, sin necesidad de imitar conductas o apariencias de otras personas.
–Es muy importante también hablarles sobre los pervertidos/acosadores, personas que quieren hacer daño. Debemos utilizar un lenguaje acorde a la edad para dejarles claro que existen personas no tan buenas que podrían querer aprovecharse de ellos de distintas maneras.
–Darles confianza siempre ayudará a que nuestros hijos nos tomen en cuenta en todo lo que hacen, y evitará que estén expuestos al mundo digital donde muchas veces se encuentran solos y sin protección.
Conclusión
No es un simple baile o un simple vídeo, aunque esas actuaciones parezcan simpáticas, pueden tener serias consecuencias en el bienestar del niño. Por lo tanto, valoremos su tiempo de crecer, no acortemos su infancia para que crezcan antes de tiempo. No tienen la madurez física ni emocional para asumir un rol que no les corresponde aún. Es responsabilidad nuestra evitar esta tendencia que perjudica. “Seamos adultos nosotros y seamos defensores de su infancia”, finalizó la licenciada.