El detenido fue identificado como Carlos Alberto Santos Espínola (26), quien tenía montado un pequeño negocio de recarga de saldos para celular e ítems para los videojuegos más populares actualmente entres los niños y adolescentes.
Al amanecer de ayer, efectivos del departamento Especializado en la Investigación del Cibercrimen y Delitos Informáticos, con la dirección de la fiscala Irma Llano llegaron hasta la vivienda ubicada en la calle José Asunción Flores y Santiago Cortesi de Posta Ybyraró. Los sistemas informáticos apuntaban a que en dicho lugar operaba el celular que recibió imágenes de contenido eróticos o de las partes íntimas de una de las víctimas, cuyos familiares denunciaron el hecho.
Lo primero que efectuaron los agentes que estaban a cargo del comisario Diosnel Alarcón fue la captura del principal sospechoso, luego se procedió a la incautación de todos los elementos que utilizaba el hombre para operar su pequeño negocio extorsivo, como celulares y elementos informáticos.
De acuerdo con los investigadores, el acceso en las redes a videosjuegos como el (Free Fire) es gratis, sin embargo cuando los adolescentes van escalando en los niveles del juego deben ir dotando de equipamientos a sus personajes, que necesariamente deben ir evolucionando y fortaleciendo para enfrentar con éxito los nuevos retos, explicaron.
Pero acceder a estos ítems, los adolescentes primero deben comprar los “diamantes”, a los que se puede acceder desde la suma de G. 25.000 y allí es donde estos abusadores extorsionan a los niños que no tienen el suficiente recurso económico. Directamente, los criminales exigen a los niños que le envíen fotos de sus partes íntimas a cambio de los “diamantes”. En el caso de ayer los agentes tienen a una víctima cuyos familiares efectuaron la denuncia.
Ahora con el peritaje de todos los elementos que fueron incautados durante el allanamiento se va a confirmar si efectivamente hubo otras víctimas y si entre ellas también estaban niñas.
Otro punto importante será determinar si las imágenes que captó de Santos eran solo para su uso o el sospechoso se encargaba de comercializarlo nuevamente a redes internacionales de pedofilia, según explicaron.