La incautación de 33 toneladas de cemento fue realizada el domingo pasado en Capitán Bado. Ayer, esa carga fue trasladada a la Aduana de Pedro Juan Caballero para que se instruya un sumario administrativo que la declare como contrabando y pueda ser subastada, según informó en comunicación con ABC el ministro Emilio Fúster.
Lea más: Incautan 33 toneladas de cemento en Capitán Bado
Asimismo, comentó que aparentemente esa carga tenía como destino la ciudad de Caacupé. Agregó que tanto la Policía como el Ministerio Público están coordinando acciones para identificar al propietario, en atención a que de momento solo hay un detenido: el chofer del tractocamión que llevaba el cemento, identificado como Ignacio Morales Cáceres (39).
Al ser consultado sobre cuándo se realizaría la subasta de la carga, remarcó que dependerá del término del sumario que realiza la Administración de la Aduana. Acotó que para la subasta se hará la publicación correspondiente y dijo que puede llevarse a cabo en Asunción o Pedro Juan Caballero.
Nota relacionada: Hallan 660 bolsas de cemento ingresadas de contrabando
Aseguró que la carga será resguardada con seguridad y que si alguna persona no cumple con el deber de protegerla, eso no terminará en un simple sumario ni traslado, sino con una investigación penal. “Hay que profundizar la investigación y tienen que terminar en la cárcel las personas que tienen ese tipo de conducta”, recalcó.
La carga fue incautada en la madrugada del pasado 25 de octubre, en la colonia Karapã'i de Capitán Bado. Las 33 toneladas de cemento, iban a bordo de un camión Mercedes Benz, color blanco, con chapa N° BEH234 PY.
El procedimiento se llevó a cabo cuando personales de la Oficina Regional del Departamento de Investigaciones de Amambay, en un control rutero notaron que el tractocamión con carreta iba sobre la Ruta 11, por un camino no permitido para su circulación.
Los intervinientes contabilizaron 660 bolsas de cemento en total, cada una de 50 kg, pertenecientes a la marca ITAÚ, sin las documentaciones requeridas. El cargamento provenía de Brasil y se calcula que su destino final era la ciudad de Caacupé, departamento de Cordillera.