La crítica situación del arroyo que sirve de divisoria con el distrito de Ayolas, genera preocupación e inconvenientes a los lugareños, principalmente en aquellos que tienen a la actividad pesquera como rubro de subsistencia familiar, también a pequeños ganaderos y agricultores que utilizan el agua para dar de beber a su animales y regar sus cultivos.
En la temporada del verano pasado el afluente también era utilizado como playa por los lugareños y visitantes provenientes de otros distritos.
En el lugar donde hasta principio de año se podía observar gran cantidad de agua, ahora se ve más arena.
“La imagen que se ve ahora del arroyo, es el efecto que de la sequía existente por causa del fenómeno de la niña”, dijo Ramón Ríos, vendedor ambulante que recorre la zona quincenalmente.