Bajante de ríos pone en crisis a hidroeléctricas y acceso al agua

El licenciado Nelson Pérez, subdirector de Hidrología de la Dirección de Meteorología e Hidrología de la Dinac, revela que debido a la bajante de los ríos Paraguay y Paraná las barcazas ya no llegan a Asunción, las hidroeléctricas están en crisis y se pone en riesgo el acceso al agua potable. Dijo que la basura encontrada en el lecho seco del río evidencia toda una cultura dañina.

Lic. Nelson Pérez, subdirector de Hidrología de la Dinac.Archivo, ABC Color
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-Este fenómeno del clima, esto de la bajante de los ríos parece que llegó al extremo. Nunca vimos un río tan seco como este...

-Estamos en los niveles más bajos del río, muy por debajo del nivel histórico anterior que se había tenido. Antes se llegó a -40 el 24 de setiembre de 1969. Llegamos esta semana a -49, el 14 de octubre. Es el nuevo minimorum, el más bajo desde 1904. Es una bajante que no se ve desde hace más de medio siglo...

-Los importadores que traen sus mercaderías desde el Río de la Plata dicen que es muy grave lo que está pasando. No pueden llegar las barcazas a Asunción...

-La cantidad de agua es insuficiente. Le pongo este ejemplo simple. En una pileta bien cargada usted puede nadar tranquilamente pero si el nivel del agua es de 30 cm no se puede. Es lo mismo que está pasando. Para los barcos que usan la Flota Mercante o los armadores, en general de 9 pies, no hay mucha agua para que puedan navegar. Van a encallar. Pero sí pueden navegar los barquitos chicos. Para que una barcaza normal pueda navegar sin ningún tipo de inconveniente sobre el río Paraguay se requiere de un metro de altura del río por lo menos.

-Si Paraguay tiene como 3.000 barcazas, ¿cuántas podrían estar circulando ahora?

-Sabemos que Paraguay tiene la tercera flota de barcos de río del mundo, después de Estados Unidos y China. Hoy está en su mayoría parada. El problema de navegación es regional.

-Dicen que el 80% de las mercaderías que vienen al país llegan por el río...

-El flete más barato es el fluvial. Ahora se pasa todo a terrestre. Se circula por adentro de los territorios. Eso implica restricciones, la pandemia... El tema está muy fuerte.

-Se puede llegar todavía a Pilar. ¿Es cierto que la influencia del Paraná llega hasta allí?

-El Paraná es mucho más grande y mucho más caudaloso que el río Paraguay. El Paraguay es un tributario del Paraná. Sería como el río Apa para el río Paraguay. Cada uno tiene su naciente, su fuerza y su forma, pero no es que el Paraná con su fuerza entra hacia el río Paraguay. Es al revés. El Paraguay se une y entra al Paraná para ir hacia el mar. Hay una pendiente en la tierra de 3% de arriba para abajo. Eso hace que el agua vaya hacia abajo por una cuestión de gravedad. Se juntan los dos en Paso de Patria o Concordia. Son aguas diferentes. Los sedimentos, el color, son distintos. Cuando el Paraná está crecido -y ese es un problema bastante fuerte- actúa como dique de contención del Paraguay. El Paraguay crece y actúa como dique de contención del Tebicuary. El Tebicuary crece y actúa como dique de contención del Tebicuarymí, y así...

-¿A quién le afecta eso?

-Pilar se inunda por los cuatro costados...

-¿Cuál es la situación hoy de los dos ríos?

-Los dos ríos están en déficit y su altura está muy por debajo de los considerados niveles normales. Nosotros tenemos una cuestión climática regional que afecta a la lluvia. Esa falta de agua hace que baje la altura del río. La naciente del río Paraguay está básicamente también con muy poca agua. Es un fenómeno acíclico. Hay que tener en cuenta que tenemos un déficit de precipitaciones en toda la región hace más de dos años. Lo que confundió un poco en el Paraguay es que el año pasado se tuvo la octava crecida histórica con un impacto muy alto. Desde mitad de junio el río baja y sigue bajando..

-¿Hasta cuándo?

-Técnicamente estamos esperando más bajas hasta finales de diciembre.

-¿No va a llover?

-No vamos a tener lluvias abundantes. El tema de la lluvia hay que centrar en una parte climatológica. En el Pacífico ecuatorial las aguas vienen frías. Eso implica que está operando el fenómeno La Niña. Para el Paraguay equivale a déficit de precipitaciones. Eso quiere decir que ciertamente llueve, pero no cubre las necesidades hídricas. Es un estiaje más una Niña asociada.

-¿Es el cambio climático?

-No se puede hablar de un cambio climático, pero sí de una variabilidad del parámetro en el caso lluvia. De repente las lluvias de todo el mes se concentran en uno o dos días. No se distribuyen bien los volúmenes de lluvia. Si llueve mucho, puede levantar un poco el volumen del río, pero pasando los días eso se evapora, se infiltra o escurre.

-¿De qué depende que vuelva a subir el río?

-Depende de las precipitaciones para recuperarse, pero también hay que considerar que en el Pantanal, donde está la naciente del río Paraguay en particular, tampoco llovió y también está muy por debajo de lo normal. Si vamos a ir por la naciente del río Paraná, que es allá en Mato Grosso do Sul, tampoco está lloviendo. En el curso del río hay varias represas brasileras. El 60% de esas represas son de almacenamiento de agua. Esa agua se usaba para poder administrar el caudal del Paraná. Lastimosamente el año pasado comenzó esta crisis del estiaje y sequía y se agotaron todas sus reservas. Hay toda una comisión conjunta de técnicos argentinos, brasileros y paraguayos para analizar el comportamiento...

-¿Cómo miden ustedes, con esa regla que se ve en el puerto?

-Tenemos ese sistema de medición convencional, que es la regla que todos conocen y se aplica por un muro o algún lugar de la costa del río donde se mide todos los días. Hay un nuevo sistema automático, que actúa con un sensor y transmite. Es lo que se llama batimetría del río.

-¿Qué es?

-Es el corte longitudinal del río. Es como tener un pan y cortar en el medio. Ahí se ve todas sus partes. Nosotros tenemos un aparato que tiene un radar doppler, que envía señales y dibuja en ese corte el lecho del río, la altura, etc. Cuanto más bajo está el río, mejor es la batimetría". Se ven los contornos. Se dibuja lo que no se ve. Es difícil trabajar en el río porque no se ve lo que hay abajo.

-Es turbio...

-Por ejemplo, el río hoy, donde hicimos el corte, tiene 14 metros de profundidad. Pero esos 14 metros no es muy ancho como para que una barcaza pueda navegar tranquilamente.

-¿Es cierto que se puede cruzar el río Paraguay a pie?

-La parte que medimos, el río tiene aproximadamente 400 metros, de los cuales 50 es profundo. Después es más playo. Yo no creo que se pueda pasar a pie, pero a nado sí, con mucho esfuerzo. No le recomiendo a nadie. Al bromista que haga eso le puede costar la vida.

-Es muy curioso todo lo que se está descubriendo con la bajante: toneladas de basura, pero también ese vestigio de volcán, el barco hundido de Remanso...

-Es obvio que vamos a ver cosas del río que no veíamos en décadas. Las basuras, las rocas ígneas, el barco hundido (el “Paraguarí”, de la época de la Guerra contra la Triple Alianza), esa formación volcánica en Itapytãpunta. A mí me choca sobre todo la basura. El río está lleno de basura, cubiertas... No hay conciencia. Es toda una cultura. Pienso que debe haber toda una materia en la escuela, en el colegio, para que los niños y jóvenes sepan de la protección de los recursos hídricos, manejo, gestión y cuidado de nuestros ríos. Este recurso es el que nos está alimentando. Es la mayor riqueza que tenemos. Están las represas, el acuífero más grande que compartimos con Brasil. Qué pasa si de repente por alguna mala administración se contaminan. Si hablamos de agua, en general hay que sumar la crisis de las represas. Es el 20% del PIB anual lo que mueven las barcazas y las represas hidroeléctricas.

-¿Las hidroeléctricas no están funcionando normalmente?

-Están funcionando, pero la falta de agua afecta su producción. No están produciendo óptimamente.

-La falta de agua le estará afectando al acueducto del Chaco, que tiene su toma de agua en Puerto Casado...

-No tengo información. Las tomas de agua pudieron quedar fuera del río. En teoría tuvieron que haberle colocado algunas extensiones a las tomas de agua para que eso funcione. Es un tema muy complicado porque el tema de la provisión de agua afecta hasta para el consumo, inclusive para la higiene. Yo sé que en Caaguazú se secó un río. El acceso al agua es preocupante. En Asunción inclusive está complicada la situación.

-¿Las cloacas también quedaron al descubierto?

-En general, el punto de desagüe de Asunción mismo, en condiciones normales se notaba y tenía su olor. Esa es una observación personal mía que yo vi. No sé cómo está ahora. Lo más probable es que tenga ese inconveniente. Creo que eso tiene que modernizarse y prever un sistema de tratamiento mucho más moderno y pragmático. Los responsables de hacerlo deben estar haciendo su mantenimiento...

-¿La bajante puede apurar la construcción de puentes? La gente se imagina que sí...

-Los constructores no esperan que baje el río para construir. No se esperó que baje el río para construir el Puente de la Amistad o el puente Remanso o el puente Encarnación-Posadas. Los ingenieros tienen su forma de hacerlo...

-¿Habrá que sufrir hasta diciembre?

-Como le dije, la situación golpea más a la navegación, a las hidroeléctricas y al acceso al agua potable. El pronóstico climático que tenemos nosotros marca lluvias en diciembre.

-La gente ya le encontró su lado turístico. Van a sacarse fotos al Peñón de Piquete Cue. ¿Qué es el Peñón para los marinos? Dicen que era como un faro para los navegantes...

-No tengo mucha información sobre su utilidad. Pero en su momento lo más probable es que haya sido un faro como dicen los lugareños. No es fácil de llegar en tiempos normales. Hay una curva en esa parte del río. Corre muy fuerte.

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