Llegamos a la estación de la primavera y estamos a meses de ingresar al verano; las altas temperaturas nos sofocan y el sol está cada vez más fuerte, es por eso que debemos redoblar los cuidados de nuestra piel ante la exposición al sol. Para esto, la doctora Lorena Pefaur Monjagata, especialista en dermatología, nos habla de los cuidados en la piel a tener en cuenta para esta primavera-verano 2020-2021.
“Generalmente pensamos en proteger nuestro cuerpo contra los rayos del sol solo en la playa, piscina o cuando tenemos actividades vacacionales fuera del hogar, sobre todo en época de verano, pero este cuidado debe extenderse a todos los días, ya que en mayor o menor grado siempre exponemos nuestra piel al sol, y esto a la larga puede causar daños visibles y no visibles”, manifiesta la especialista en cuidados de la piel.
Según Pefaur Monjagata, sin una protección adecuada, la incidencia de la radiación solar sobre la piel puede causar diversas alteraciones, desde una simple quemadura hasta alteraciones más graves, como el fotoenvejecimiento prematuro e incluso el cáncer de piel, esto depende de la intensidad, tiempo de exposición y tipo de radiación.
La quemadura solar
La doctora afirma que la quemadura solar puede afectar a muchas áreas del cuerpo, e incluso, puede llegar a producir síntomas generales como deshidratación, fiebre, cefalea, náuseas, vómitos, etc. Las lesiones provocadas por el sol pueden evitarse si la exposición es segura y se siguen algunas recomendaciones básicas. Estas son:
–Uso del protector solar: utilizar aquellos con filtros de protección contra rayos UVA y UVB y con factor de protección 30 para arriba. Lo recomendable es utilizar a diario en todas las áreas que no estén cubiertas por la ropa. Iniciar a las 10 de la mañana o 30 minutos antes de la exposición con la piel completamente seca y limpia (libre de maquillaje, perfumes, repelentes, etc) y repetir cada 2 horas hasta las 17:00. No hay que olvidar que las nubes, los árboles e incluso la sombrilla no impiden el paso de la radiación solar, por lo que también debe utilizarse el protector solar.
–Complementos: en lo posible utilizar otras medidas de protección como labial con FPS 15, anteojos de sol, sombreros, guantes para manejar, etc (recordar que se pueden conseguir con protección contra radiación ultravioleta)
–Ropa adecuada: utilizar ropa ligera y clara, que cubra la mayor parte del cuerpo, para así evitar la acción directa del sol.
–Horario para tomar sol o caminar: lo recomendable es antes de las 11:00 de la mañana o después de las 16:00 horas (ya que en entre esos horarios los rayos son más fuertes), con protector solar FPS 30 o más, sombrero y anteojos de sol. El protector solar no impide el bronceado, evita que se produzcan quemaduras y favorece que el bronceado se mantenga durante más tiempo. Tener en cuenta que exponerse en dosis pequeñas y frecuentemente broncea mejor que una exposición prolongada y aislada ya que esta tiende más a quemar que a broncear.
–Hidratación: además de evitar la deshidratación tan común en verano, tomar agua permite mantener la hidratación de la piel.
–Baños: que sean cortos, con agua natural, jabones cremosos, evitar exfoliar si la piel está quemada o sensible.
–Crema hidratante: es importante utilizar crema hidratante tanto en el rostro como en el cuerpo sobre todo a la noche luego del baño.
–Controlar la piel: no olvidar consultar regularmente con un médico dermatólogo certificado por la Sociedad Paraguaya de Dermatología sobre todo si aparece algún cambio en la piel como color, textura, lunares o manchas. “Recordar que cualquier alteración de la piel detectada a tiempo, tiene mayores posibilidades de tratamiento positivo y efectivo” finalizó la dermatóloga.