El trastorno por déficit de atención (TDAH) es un tema que preocupa a muchos padres y madres, y más aún en esta época de pandemia pues el contexto educativo ha sido cambiado drásticamente. María Celeste Airaldi, psicóloga clínica, especialista en Terapia Racional Emotiva y Cognitiva Conductual, y Letizia Flecha, psicóloga infantojuvenil con un posgrado en Neuropsicología clínica infantojuvenil y en neurodesarrollo, nos hablan del tema.
¿Qué es el TDAH?
Según expertos en la materia se trata de un trastorno del neurodesarrollo que afecta entre el 8 y el 11% de los niños en edad escolar. Ocasiona alteraciones en el área de la atención, la actividad motriz y el control de los impulsos. Si bien es esperado y frecuente que los niños, especialmente los pequeños, sean inquietos, desatentos e impulsivos, para el diagnóstico de TDAH estas alteraciones deben estar presentes en forma constante y en un nivel inapropiado, en comparación con los parámetros de normalidad, además de observarse en diversas áreas de la vida del niño.
Niños con TDAH en las clases virtuales
María Celeste Airaldi manifiesta que "no es un “problema emocional” ni un “problema de aprendizaje”, aunque sí puede tener consecuencias en estas áreas. La mayoría de los niños con TDAH tienen una inteligencia normal, pero su rendimiento escolar es bajo porque no pueden concentrarse en las tareas y exámenes. Por eso, en el contexto de las clases virtuales, el distanciamiento físico prolongado y la incapacidad de realizar actividades de esparcimiento fuera de la casa, los niños con TDAH pueden haber tenido un aumento en los síntomas, empeorando esto su calidad de vida y la de la familia en general (ya que los padres intentan ayudarlos con la tareas desde la casa y no logran que se concentren en las actividades que tienen que realizar)".
¿Cómo se diagnostica?
No todos los niños inquietos, activos e impulsivos tienen TDAH dice Letizia Flecha “Para realizar un adecuado diagnóstico, se requiere la actuación de profesionales de salud mental: psicólogos clínicos, neuropsicólogos y neuropediatras, que evaluarán diferentes aspectos en relación a síntomas y comportamientos. Es usual que este proceso incluya entrevistas a los padres y profesores, para conocer cómo impactan los problemas detectados en las diferentes áreas de su vida. El diagnóstico se basa en la presencia, frecuencia y cantidad de síntomas presentados, así como el nivel de disfuncionalidad que causan en la vida del niño o adolescente. Hasta la fecha, no existe una prueba de laboratorio o de imágenes que permita la detección del TDAH”.
Por otra parte, para guiar el diagnóstico, existen criterios clínicos bien establecidos, que se agrupan en dos grandes áreas: “Desatención” (como por ejemplo, cometer errores por descuido, tener dificultad para mantenerse atento en tareas o juegos, o distraerse fácilmente ante estímulos irrelevantes) e “Hiperactividad e Impulsividad” (como por ejemplo, mover las manos o pies en exceso, no poder quedarse quieto en su asiento, hablar en exceso o tener dificultades para esperar turnos). Para confirmar el diagnóstico de TDAH, un niño deberá presentar, como mínimo, 6 de síntomas de desatención y 6 síntomas de hiperactividad-impulsividad, por un periodo de al menos 6 meses, y antes de los 12 años (aunque muchos de estos ya son evidentes alrededor de los 4 años de edad).
"No se sabe con precisión la causa del TDAH, pero sí es posible afirmar que es un trastorno congénito de base neurológica: diversas investigaciones demuestran anormalidades en la química, la estructura y las funciones cerebrales. Es importante considerar que el TDAH no es causado por factores psicológicos y sociales, ni por nada que los padres “hayan hecho mal” sostiene Flecha.
¿Tiene tratamiento? ¿Se cura?
Según las psicólogas, “el tratamiento con mejores resultados es un abordaje interdisciplinario, que incluye una integración de medicación (indicada con un neuropediatra), tratamiento psicológico conductual individual, estimulación neuropsicológica, apoyo psicopedagógico y entrenamiento para padres. La participación de los padres es clave, ya que permite orientarlos sobre estrategias y recursos prácticos para ayudar a su hijo a enfrentar con el TDAH”.
TDAH en cuarentena
Algunas recomendaciones de las psicólogas:
-Si antes de la cuarentena se encontraban realizando tratamiento psicólogico o psicopedagógico, se recomienda continuarlos, ya sea presencial o virtual. -Buscar un momento para realizar ejercicios físicos, especialmente si en su hijo o hija predominan los síntomas de hiperactividad. -Hacer que mantengan contacto con amigos y familiares a través de videollamadas, whatsapp, etc. -Establecer horarios para encuentros en familia, con juegos de mesa entre otros. -Usar técnicas de relajación y respiración.