En aquella oportunidad, Canela –responsable por la iniciativa regional Operadores Judiciales y Libertad de Expresión, con una experiencia de más de 15 años en la materia– participó como expositor en el Seminario sobre “Justicia y Prensa Independientes”, realizado en el Palacio de Justicia.
En una entrevista concedida a nuestro diario antes de regresar a su país, Canela fue enfático al sostener que la justicia penal no debe ser utilizada para perseguir y reprimir a periodistas.
“Agenda oculta”
Consultado sobre “la sensación de que políticos poderosos instrumentan a los que tienen que impartir justicia”, Guilherme Canela contestó lo siguiente:
“Y es cierto que a veces ocurre eso, pero nuestras investigaciones demuestran que la mayoría de las veces es pura ignorancia en la aplicación de los estándares internacionales. No se puede usar el derecho penal para tratar cuestiones de libertad de prensa. Las leyes de difamación deben ser derogadas. En el Plan de Seguridad de Naciones Unidas, la seguridad jurídica de los periodistas establece que no se debe usar indebidamente el sistema judicial para reprimir la libertad de prensa. Jueces y fiscales que usan esos instrumentos tienen una agenda oculta”.
En octubre del 2019, Canela estuvo nuevamente en nuestro país, ocasión en que expuso en el seminario internacional “Libertad de expresión, información y transparencia: Los nuevos retos para la Justicia y la Democracia”, realizado por la Corte Suprema y Unesco en el Palacio de Justicia.
Capacitación a jueces
Ambos eventos –declarados de interés institucional– han sido desarrollados para capacitar a jueces y operadores del sistema judicial sobre los estándares internacionales en materia de libertad de expresión, acceso a la información pública y seguridad para el periodismo.
El objetivo de estas conferencias, que contó con la participación de otros expertos nacionales y extranjeros, fue el de promover decisiones judiciales que garanticen y protejan adecuadamente estos derechos, además de dar mayores garantías para que la ciudadanía los ejerza mejor.
En las dos ocasiones se contó con la participación de magistrados judiciales, abogados, fiscales, defensores públicos, funcionarios judiciales, docentes y otros operadores y auxiliares de la justicia, pero por lo visto la capacitación no tuvo el alcance necesario para frenar de raíz la deplorable práctica de la instrumentación de la Justicia para acallar a la prensa.