Entre el 6 de agosto y el 14 de octubre del 2015, el matrimonio Leoz trajo al país US$ 27.366.819. Por ejemplo, hicieron cuatro millonarias operaciones en un solo día, el 6 de agosto del 2015: del Citibank de New York trajeron US$ 10.944.751, en otra transacción repatriaron 3.620.157 dólares y en una tercera 215.347 dólares. Ese mismo día también trajeron del Wells Fargo Advisors, LLC otros 12.248.274 dólares. Wells Fargo Advisor es una consultora que provee servicios de inversión y soluciones financieras, es subsidiaria de Wells Fargo, ubicada en EE.UU.
Si bien el 6 de agosto hicieron el grueso de la operación más grande de repatriación de fondos –cuando Leoz ya estaba con acusaciones y orden de detención de la fiscalía estadounidense- montos inferiores de dinero continuaron viniendo al país. El 11 de setiembre del 2015, el Citibank de New York envió 333.385 dólares, el 30 del mismo mes 89,95 dólares. Y el 14 de octubre vinieron dos últimos montos menores enviados por Wells Fargo: 2.375 dólares y otros 2.438 dólares. El factor común en TODAS las operaciones mencionadas fue que el ordenante de la repatriación del dinero era CANELAZO LIMITED, la offshore que el matrimonio había creado en Bahamas y TODOS los fondos vinieron de Estados Unidos, cuya fiscalía tenía en la mira a Leoz. Los fondos se movieron a través de tres circunscripciones financieras sin ningún problema.
A plazo fijo y fideicomiso
Todo el dinero fue puesto por Leoz a plazo fijo. Unos 27.410.000 dólares fueron depositados a un plazo de 5 años, desde el 27 de agosto del 2015 y debían finalizar en agosto de este año, con un interés anual del 3% que iba a dejarle la cómoda ganancia de US$ 4.111.500 al cobrarse los 20 cupones. Sin embargo, en el 2016, Nicolás Leoz cambió de opinión, decidió cancelar el depósito a plazo fijo y constituyó un fideicomiso para su familia: los destinatarios fueron su esposa María Clemencia Pérez de Leoz, las dos hijas de su primer matrimonio y una tercera cuenta para María Clemencia y los dos hijos del segundo matrimonio. El 29 de enero del 2016, a cuatro meses de cumplirse un año de pedido de captura y hasta extradición de la Fiscalía norteamericana, Nicolás Leoz seguía moviendo con libertad el dinero a sabiendas de la Fiscalía de Delitos Económicos y con reportes oficiales de Seprelad.
En el primer fideicomiso a nombre de María Clemencia Pérez (nominado MC 01, siglas de su esposa) constaba que Nicolás Leoz era el único titular de una caja de ahorro por valor de 27.554.184 dólares. Consignaron que a partir del 1 de febrero, irrevocablemente y renunciando al derecho de restitución, María Clemencia Pérez recibiría 5.510.836 dólares que representaban el 20% del total disponible en la caja de ahorro. Agregaban que también el 20% de depósitos/colocaciones a nombre de Leoz en el BBVA irían a integrar también el patrimonio autónomo.
En el segundo fideicomiso para sus hijas Nora y María Celeste Leoz (nominado NC 01, siglas de sus hijas) transfirió US$ 8.817.338, lo que representaba el 32% del total disponible en su caja de ahorro a plazo fijo. Las hijas también iban a recibir con efecto inmediato al 1 de febrero esa cantidad y también agregaron que el mismo porcentaje del capital de los depósitos/colocaciones en el BBVA integrarían el patrimonio autónomo.
Finalmente, en el tercer fideicomiso dejó la mayor cantidad de dinero. Puso unos 13.226.008 dólares -el 48% del total disponible en la caja de ahorro a plazo fijo- a nombre de su esposa María Clemencia y los dos hijos del matrimonio. Lo nominaron “MC, J y M 02” y también agregaron que el 48% de los depósitos y colocaciones a nombre de Leoz en el BBVA también corresponderían al patrimonio autónomo.
Ese mismo año, además de este millonario reparto/anticipo de herencia, el banco reportó que el matrimonio Leoz-Pérez seguía operando otras cuatro cuentas de certificados de depósitos de ahorros: En uno había US$ 1.034.257, en otro US$ 1.107.551, en otro US$ 500.000 y en una cuarta cuenta movían G. 2.440.994.802.