La imputación, firmada por los fiscales Deny Yoon Pak, Ysaac Ferreira y Eduardo Royg, afecta al paraguayo Julio César Duarte Servián, de 35 años, a quien abrieron proceso por lavado de dinero, lavado de dinero proveniente del narcotráfico y asociación criminal para el lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
El compatriota fue capturado el viernes último por la Senad en su lujosa residencia de Pedro Juan Caballero, en el marco de la operación Status, que también fue ejecutada al mismo tiempo por la Policía Federal en cinco estados del Brasil.
Julio César es el dueño de la casa de cambios Zafra Cambios de Pedro Juan Caballero, donde supuestamente se guardaban millones de dólares de una red que movía miles de kilos de cocaína en el lado brasileño.
La plata salía de dicho negocio solamente de acuerdo a las necesidades financieras de la organización, como para el pago por droga, logística y para el mantenimiento de sus integrantes que están presos, según el Ministerio Público de Paraguay que acompañó las intervenciones.
El contacto brasileño del “doleiro” (cambista) paraguayo, Robson Lourivar Alcaraz Ajala, además de operar como contador financiero de los patrones, era el que supuestamente llevaba al Brasil el dinero sacado de la casa de cambios.
Este también fue imputado por los mismos hechos que el paraguayo, aunque Robson se halla prófugo, pese al allanamiento de su también ostentosa residencia de Pedro Juan Caballero.
Los patrones
El dueño de Zafra Cambios, Julio César Duarte Servián, supuestamente, trabajaba directamente para los líderes de la estructura criminal Emidio Morínigo Ximenes y sus hijos Kleber García Morínigo y Jefferson García Morínigo, todos brasileños.
Los tres también fueron apresados el viernes último por la Senad y entregados a la Policía Federal en carácter de expulsados.
Padre e hijos, así como todos los otros procesados citados, vivían en medio de impresionantes lujos, que ni siquiera se molestaban en disimular.
Este clan familiar que supuestamente comanda la red vino hace unos años de Brasil para radicarse en Pedro Juan Caballero, donde a su vez también abrieron empresas que utilizaban aparentemente como fachada para blanquear el dinero resultante de la venta de cocaína.
Manejaban una concesionaria de venta vehículos de lujo denominada Alfacom, una tienda de mascotas llamada Stylus Pet Shop, una empresa inmobiliaria bautizada como Grupo Factor, entre otros.
Coincidentemente, todos estos emprendimientos reportaban ganancias siderales que eran prácticamente imposibles de alcanzar ni en la mejor situación financiera de la región. En realidad, lo que pasaba aparentemente era que sus dueños decían ganar tanto dinero con estas empresas pero solo para justificar su patrimonio que se incrementaba gracias al dinero del narcotráfico.
Ayer de tarde, se confirmó que la jueza Leticia Paredes decretó la prisión del “doleiro” paraguayo. Todos los bienes generados por esta red serían vendidos por el Gobierno paraguayo.