El tribunal integrado por los jueces Wilfrido Peralta, Carlos Hermosilla y Sandra Farías sentenció a Pedro Candia Esquivel y Tomás Santiago Esquivel a 23 años de prisión, como autores de tenencia y tráfico de drogas, en asociación criminal. Ambos eran de extrema confianza de Samura y fungían de jefes de sicarios y administradores de la banda criminal que se dedicaba al narcotráfico.
Asimismo, fueron condenados los sicarios del grupo Alcides Espinoza Cuevas y Eduardo Espinoza a 20 y 18 años de cárcel, respectivamente, por los hechos de tenencia y tráfico de drogas, asociación criminal y tráfico de armas.
El tribunal también dictó condenas de 18 y 17 años para Cándido Insaurralde y su hijo, Cándido Insaurralde González, respectivamente, por tenencia y tráfico de drogas y asociación criminal.
En calidad de cómplices, fueron condenados a 10 años de cárcel Hugo Wagner González Sánchez, Ramao Espíndola Antúnez, Mario Acosta Arce, Alexandre y Luciano López.
Por motivos de seguridad, los condenados siguieron todo el juicio y la lectura de la sentencia a través de medios telemáticos.
El caso inició con un operativo realizado el 10 de octubre del 2018, en un inmueble ubicado en la localidad de Bella Vista Norte, departamento del Amambay, en el que agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas lograron detener a los hoy condenados y a Jorge Teófilo Samudio, alias Samura, líder de la estructura criminal de tráfico aéreo de drogas que operaba entre los departamentos de Amambay, Canindeyú y Concepción.
Sin embargo, antes que arranque el juicio oral y público “Samura” se dio a la fuga en un sangriento ataque registrado el 11 de setiembre en la Costanera de Asunción, cuando estaba regresando a la Penitenciaría de Emboscada.
La acusación estuvo a cargo de los fiscales Elba Cáceres e Isaac Ferreira.