La ANDE compra energía de Itaipú, Yacyretá y de Acaray, que en un año suman 100, pero si la pérdida es 24,5%, lo que la estatal vende y factura, es el 75,5%, explicó el Ing. Encina, docente de la Facultad de Ingeniería de la UNA y expresidente de la Unión de Ingenieros de la ANDE.
“En ningún país del mundo comprás 100 y vendés 100, porque los transformadores de distribución, redes de baja tensión y los alimentadores hacen que exista pérdida propia, no por mala gestión, pero suelen tener un valor más bajo. A nivel mundial está en torno al 10% total”, agregó. En Paraguay, casi llega al 15%.
Encina detalló que las pérdidas técnicas en el país representan un alto porcentaje todavía porque los transformadores de distribución trabajan sobrecargados. “Esa pérdida se reduce invirtiendo en mayor capacidad de los transformadores, de las redes de distribución, invirtiendo en infraestructura”, apuntó.
Que nuestro sistema de distribución sea muy limitado, también se refleja en los numerosos cortes de energía en los veranos.
Otro aspecto que contribuye con las pérdidas técnicas es la distancia desde donde se transporta la energía eléctrica. “Desde Itaipú hasta Asunción y Central, que es donde está la mayor cantidad de usuarios, son 400 km de transporte”, añadió el especialista.
En cuanto a las pérdidas no técnicas, que actualmente es del 9,81%, el Ing. Encina señaló que esto sí tiene relación con el robo de energía. “Esto se debe a que la gente se cuelga de la ANDE directamente en los asentamientos o territorios sociales principalmente”, explicó. Sin embargo, aclaró que también hay muchos fraudes de grandes consumidores. “Esto no solo se limita a la clase social baja, también en los grandes consumidores se da. Es una cuestión de que manipulan el medidor, con gente con conocimiento técnico, que son los que hacen las conexiones irregulares”, detalló.
La solución para estos casos se puede dar utilizando tecnología y haciendo seguimiento. “También tienen que ver con la falta de control en la facturación. Si el medidor está averiado, marca menos de lo que tiene que marcar. A veces también son errores en la facturación”, añadió.
Encina mencionó que la experiencia latinoamericana es justamente apostar más a la robustez del sistema de distribución para evitar las pérdidas. “Las pérdidas no van a bajar atacando los robos solamente, sino reforzando la infraestructura de distribución”, reiteró.
De acuerdo a los datos que maneja, las pérdidas oficiales fueron bajando desde el 2012, de 31,4% a 24,5%.