Según los denunciantes, de un día para otro, las aguas del arroyo Potrero dejaron de fluir, situación que llamó la atención de los lugareños, quienes se constituyeron en el lugar para verificar y se encontraron con la sorpresa de que el colono secó el cauce hídrico y convirtió totalmente el área en campo de sojales.
“Yo vine acá hace 45 años, conozco el lugar, esta zona era totalmente boscosa en aquel tiempo, y este estero sostenía a la población, donde se pescaban diversos tipos de peces, luego se hizo un canal y se destruyó el estero”, señaló Julio Benítez, vecino de la comunidad.
La iniciativa de denunciar públicamente el hecho se originó en la capilla San Isidro de 1° de Mayo, donde los pobladores se reunieron exclusivamente para tratar el caso.
El coordinador de la mencionada capilla, Arnaldo Duré, recordó que desde hace 40 años vive en la colonia. “De este arroyo nosotros llevábamos agua; aclaramos que no estamos en contra de la producción, pero no aceptamos la destrucción de la naturaleza de esta forma”, indicó.
Mientras, Lorenzo Martínez, joven estudiante de la carrera de Veterinaria, dijo que se están organizando para exigir castigo a los responsables de secar el estero y el cauce hídrico de la comunidad.
Los vecinos dijeron que, aparte del castigo ejemplar a los responsables, exigirán la reforestación total con árboles nativos, no aceptarán otras especies de maderas. En tanto, el fiscal del medioambiente Alcides Giménez dijo que ya está en conocimiento de la denuncia, y adelantó que se constituirá en el lugar en las próximas horas para la intervención pertinente.