La alerta epidemiológica que realizó la dirección de Vigilancia de la Salud se debe al Ante aumento de contagios de COVID-19 en personal de salud. El documento señala que en Paraguay, desde el 13 de marzo hasta el 4 de setiembre, se registraron 8.442 personales de salud con sospecha de haber contraído el virus. De ese total, se confirmaron oficialmente 1.246 y tres de ellos fallecieron.
Las cifras señalan que, del total contagiados en todo el territorio nacional, el personal de blanco representa cerca del 6% de los casos.
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En cuanto a las localidades que registran mayor cantidad de profesionales de blanco expuestos al nuevo coronavirus se encuentran: Asunción, capital, con 3.274 notificaciones (39%); mientras que los departamentos de Central, con 2.306 (27%) y Alto Paraná con 776 (9%).
Asimismo de esos 1.246 funcionarios de Salud que dieron positivo a COVID-19, hasta el pasado viernes, 4 de septiembre –que se considera el cierre de la semana epidemiológica–, la distribución de pacientes por zona, presenta prácticamente las mismas proporciones: en Capital 417 (33%), Alto Paraná (24%) y Central (23%).
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El informe elaborado por Vigilancia menciona además que teniendo en cuenta la profesión de salud de las personas contagiadas, el 42% corresponde al personal de enfermería, y el 27% son médicos. En cuanto a la gravedad de los casos, la estatal refiere que un total de 46 funcionarios de blanco necesitaron hospitalizarse, de los cuales 12 se encuentran actualmente siendo asistidos, 34 ya fueron dados de alta y tres fallecieron.
Entre las recomendaciones hechas en el marco de la alerta, Vigilancia de la Salud solicita las autoridades nacionales y regionales, distritales, extremar las medidas sanitarias al detectar brotes en el establecimiento de salud.
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A los directores de servicios de salud, requiere proveer de los equipos de protección Individual de acuerdo al nivel de atención, y, fortalecer los equipos de prevención y control de infecciones, con recursos humanos, recursos físicos e informáticos para el trabajo de prevención y control de diseminación de infecciones en los servicios asistenciales, y a la vez poder mantener un estricto monitoreo de la salud del personal.
Asimismo, al personal de salud, pide mantener las medidas de prevención durante la atención a pacientes, en los momentos de descanso, así como en las áreas comunes y en sus actividades fuera del ámbito laboral. Finalmente, se dirige al programa de prevención y control de Infecciones, para que continúe con la categorización de riesgo del personal de salud expuesto y se haga cumplir las indicaciones de aislamiento.