Esta mañana visitó los estudios de ABC el Dr. José Fusillo, quien trabaja directamente con casos de COVID-19 en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram). El especialista explicó cómo pueden hacer las personas que son derivadas a sus hogares para guardar el aislamiento, qué deben tener en cuenta, cómo medicarse y cuándo deben ir a algún centro asistencial en caso de complicaciones.
En ese contexto, comentó que hasta el momento el 95% de los casos de COVID se maneja en las casas y solo el 5% se interna.
En cuanto a las personas que van a tratarse a sus casas y que pueden agravarse, hizo énfasis que esta en general no es una patología que se complique en forma aguda. “No es que un día amanezco resfriado y al día siguiente ya estoy internado”, aclaró, sino que más bien tiene un proceso, da señales.
Comentó que, según lo que han podido ver, hay como una ventana que dura entre el séptimo y el décimo día de síntomas. “La mayoría de los pacientes se complica en ese tiempo. Si estoy con tos hace una semana, tengo que estar más atento en esta semana”, manifestó.
También señaló que actualmente están recomendando el uso del saturómetro, que te mide la frecuencia cardíaca y la saturación en la sangre. “Nosotros ponemos como punto de corte 93, en los que tienen ya COVID. Lo que le decimos, es si tenés menos de 93, llamame. Si tenés menos de 93 hay que llamar, por encima de 90 es normal todavía, pero decimos ese número como para tener más tiempo de actuar”, indicó.
¿Cómo tratar el COVID en la casa?
El doctor remarcó que que no hay una medicación específica para el nuevo coronavirus que se haya probado que sea efectiva. Recordó que en varios países se están utilizando fármacos como la ivermectina o la hidroxicloroquina, pero no hay prueba certera de que funcionen.
“Acá Paraguay ya están usando, en Ciudad del Este trajeron un ‘kit covid’ de Brasil, cinco medicamentos te dan (...) la gente compra en la calle y eso puede ser más riesgoso. Cuando hablamos de medicación, la premisa es no hacer daño, pero cuesta mucho decirte a vos que: ‘te vas a ir a tu casa con un paracetamol y avísame si te baja la oxigenación'. Pero no tenemos evidencia para el día de hoy para indicar eso”, dijo en referencia a las otras drogas, razón por la cual actualmente los médicos están optando por atacar los síntomas.
En ese contexto, el primer consejo: el famoso reposo y mucho líquido, pero al hablar de reposo señaló que tampoco se trata de inmovilizarse. “Lo que queremos es que los pacientes se muevan, porque esta enfermedad tiende a formar trombo, pero siempre dentro del aislamiento”, explicó.
Señaló que lo natural prácticamente no tiene contraindicación y en cuanto a la medicación resaltó que hay que tratar los síntomas, es decir, si hay fiebre, un antifebril; si hay dolor de cabeza, un analgésico, y si hay congestión, antigripales.
Para el asmático, dijo que es fundamental que no deje nunca su tratamiento en este momento, porque agregó que incluso puede ser beneficioso, no solo para los asmáticos sino para todas aquellas personas que tengan enfermedades de base.
No obstante, hizo mucho énfasis en no consumir antibióticos, porque esto puede generar una resistencia contraproducente, a menos que sean recetados exclusivamente por un profesional.
En cuanto a los pacientes que tienen oxígeno en la casa, declaró que deben seguir usando y con más razón si tienen el saturómetro; siempre que tengan por debajo de 92 utilizarlo, ratificó.
¿Cuándo debe generarse una alerta?
Como señaló antes, es importante poner mayor atención entre el día siete y el 10 desde el inicio de los síntomas. Hay que estar más atentos a la dificultad respiratoria siempre porque es la mayor alerta, cuando la gente empieza a cansarse más. “Una cosa es el kaigue y otra cosa es el juku’a. No es que no tenemos ganas de nada, sino que tenemos dificultad para respirar”, expresó.
También debe ser una alerta la cefalea (dolor de cabeza) intensa, tos intensa por más de tres días o fiebre persistente de tres días. Comentó además que en el caso de la diarrea hay que acudir al hospital, porque ya sea que tenga diarrea o vómito, normalmente se requiere de internación porque la persona puede deshidratarse.
¿Con qué otros métodos se puede ayudar?
Ante las consultas ciudadanas, el neumólogo aclaró qué métodos pueden ser útiles y cuáles es mejor evitar. En ese caso, respondió que sí se puede consumir el té de jengibre con limón, porque en algunos casos se emplea como antitusivo (para combatir la tos seca), pero señaló que hay que tener cuidado con la miel porque puede elevar el azúcar a los diabéticos.
En relación a las nebulizaciones, manifestó que no están recomendadas porque generan muchos aerosoles, los cuales podrían hacer que todos en la casa se contagien. Recomendó utilizar preferentemente los aerosoles con aerocámara. Además, recordó la importancia de ventilar la casa para disminuir el riesgo de contagios.
También señaló que puede ser un buen método la práctica de dormir boca abajo, porque es una técnica terapéutica que favorece a los pulmones.
Respecto al lavado nasal con agua esterilizada y sal marina, retrucó que esto es indicado por algunos especialistas para la gente con rinitis, pero señaló que no es necesario para la gente que no presenta dicha patología.
Finalmente, manifestó que los vapeadores son potenciales dispersores del virus porque generan un aerosol que puede generar contagios. En relación al tabaco, también señaló que nunca es tarde para dejar de fumar, en atención a que el cigarrillo daña los pulmones, lo cual ya es bastante notorio a partir de los cinco años de haber empezado con el vicio.
Cabe recordar que el primer caso en Paraguay se confirmó el 7 de marzo pasado. Desde entonces hasta la fecha se han contabilizado un total de 8.389 positivos de COVID-19, de los cuales 97 han fallecido y 5.516 han superado el cuadro viral.