El penal de Tacumbú tiene una capacidad para albergar a 1.500 personas, pero actualmente están recluidos 2.576 internos, lo que representa una superpoblación superior al 40% de su capacidad ideal, reconoció a ABC el viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rubén Maciel Guerreño.
El hacinamiento es uno de los factores que puede incidir en un contagio masivo de coronavirus en la cárcel. Hoy se confirmaron dos casos positivos en esta penitenciaría y se convierte en la segunda cárcel del país que registra el virus, sumada a la de Ciudad del Este, donde en junio se produjo un brote.
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El viceministro también informó que hay 61 adultos mayores entre los internos, personas privadas de libertad que tienen más de 65 años de edad. A esto se suma que hay una serie de patologías de las que las personas privadas de libertad tienen a ser diagnosticadas por el contexto de encierro, la poca alimentación y la mala alimentación, indicó.
La principal es la tuberculosis, como también diabetes, hipertensión, VIH y sífilis, entre otras. El Ministerio de Salud recomendó que los internos del penal de Tacumbú que estén en el grupo de riesgo sean separados del resto de la población penitenciaria a fin de tratar de evitar que se contagien de COVID-19.
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Otros datos que resaltó el viceministro es que de toda la población penitenciaria de Tacumbú solo 1.117 tienen una condena, es decir, apenas el 43,36%. En tanto que el 56,63 de los internos del penal, unos 1.459 internos, están procesados y a espera de un juicio.
No obstante, el hacinamiento fue bajando durante la pandemia del coronavirus. En la cárcel se llegó a un pico de 4.000 presos (superpoblación del 167%) y en marzo de este año había 3.100 internos (superpoblación del 107%).
Tras la emergencia sanitaria, muchos reos fueron beneficiados con distintas salidas que ofrece el sistema penal como libertad condicional, medidas alternativas a la prisión o bien se sometieron a un juicio abreviado, puntualizó Rubén Maciel.