“Lamentablemente se registraron varios casos de explotación infantil, adolescentes y niños no acompañados que retornaron principalmente desde Brasil (San Pablo)”, señaló la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, al referirse a efectos de la pandemia.
Añadió que la mayoría de los casos son explotación laboral y algunos casos con indicios de explotación laboral y sexual combinadas.
Según dijo, estos niños retornaron debido a la cesación de varias fábricas, sobre todo de confección, algunas ilegales y otras legales pero en paupérrimas condiciones.
Señaló que esto evidencia el sistema frágil en las fronteras, ya que ni siquiera existe registro de su salida del país, y tampoco de entrada en el vecino país. “Al reclamar (a los pares del vecino país sobre un caso), lo primero que hacen es revisar que ingresó al país y al no haber registro no pueden intervenir. Se compran pasajes sin documentos de los niños que salen”, puntualizó en estudios de ABC.
Dijo que esta problemática tiene su raíz generalmente en los padres, por la cultura instalada de que cuando en la familia no hay recursos, los hijos mayores o hijas tienen que ir a trabajar. “Los padres no entienden la vulnerabilidad en las que quedan sus hijos (...). No se preocupan mientras reciben las remesas y no se dan cuenta del daño que queda en los menores de edad”, consideró Martínez.
Maltrato en niños: el 17% de denuncias son hechas por la víctima
La ministra también habló del aumento de casos de maltrato (físico principalmente) durante la pandemia. “Lamentablemente hay un elevado número de denuncias por maltrato y abuso sexual, pero en la pandemia hubo un pico de casos de maltrato”, dijo.
Señaló que de hecho en este tipo de situaciones, los propios niños maltratados son los que denuncian a la línea gratuita 147 que están siendo maltratados. En las cifras, de todos los casos denunciados, el 17% son niños que llamaron a denunciar que fueron maltratados.
Recordó que el maltrato tanto físico como psicológico son delitos en Paraguay y deben ser denunciadas cuando las agresiones son reiteradas y ponen en peligro la vida del niño, cuando hay varias señales físicas.
Indicó que ya varios niños fueron rescatados, eso ingresa al sistema jurisdiccional y un juez decide su destino, ya que los padres generalmente quedan detenidos. Normalmente se otorga la guarda a familiares, siendo los albergues la última opción.