“Alexa”, como es conocida la joven, indicó que existen audios que comprometen al religioso y que fueron grabados por amigos de ella, quienes enfrentaron a Olmedo y aseguraron durante la declaración testifical que el imputado reconoció el hecho.
Dichos materiales serán analizados en público por los peritos asignados, durante el juicio que proseguirá el viernes 31 de julio, a partir de las 7:30 horas.
Unas quince personas, tanto de parte de la querella como de la defensa, testificaron ante el tribunal conformado por los jueces Letizia de Gásperi (presidenta), Dina Marchuk y Hugo Segovia (miembros) en el Juzgado de Luque.
El juicio donde fueron presentados los alegatos iniciales comenzó ayer a las 11:30 y culminó a las 18:30.
El fiscal Luis Chamorro se ratificó en su postura alegando que el hecho ocurrió el 21 de setiembre de 2016 en la secretaría de la parroquia San José, fecha en que Torres presuntamente fue víctima del acoso sexual de parte del cura. Este se expone a una pena preventiva de libertad de hasta cinco años, pero también puede ser excarcelado.
El abogado del sacerdote, Rodrigo Yódice, dijo que hubo varias manipulaciones en el proceso investigativo. También aseguró que el Arzobispado de Asunción presentará documentos donde constan que Alexandra Torres no era coordinadora de la Pastoral Juvenil.
Agregó que existe malicia contra el religioso, además de la intención de desprestigiarlo. Indicó que la inocencia de su cliente quedará demostrada al final del juicio.
Alegatos iniciales
La primera en declarar fue Alexandra Torres, quien según el relato, formó parte de la Pastoral Juvenil entre los años 2012 y 2016.
Refirió que en diciembre de 2015 fue electa como coordinadora de la Pastoral Juvenil, organización que dependía directamente de la parroquia San José y de su representante en ese entonces, el padre Olmedo.
“Estaba frente a la computadora y en una parte solicité la ayuda del sacerdote que se encontraba en su oficina. Me dijo que pase a su oficina, al pasar, él se levanta para cerrar la puerta. Después se acerca a mí y me pone su mano en la espalda y pone su mano dentro de un abrigo (un saco) que tenía y manoseó mis pechos. Me dijo; luego nomás vamos a hacer la nota. Salí y fui al baño a llorar”, expresó Torres en medio de lágrimas.
Recién dos meses después, Alexandra Torres renunció al cargo de coordinadora y fue convocada por el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, quien le expresó que ya tenía conocimiento del hecho.
“Primeramente tenemos que tenerle respeto al sacerdote. Tenemos que cuidar su integridad y dignidad. Oren por el sacerdote”, dijo Valenzuela, según lo manifestado por la víctima. El obispo calificó el hecho como una “piedrita”, indicó.