El director del Hospital del Trauma, Agustín Saldívar, emitió un nuevo reporte sobre la evolución de los dos pacientes internados, los sobrevivientes de la terrible masacre en una vivienda del barrio San Miguel de Capiatá y que conmocionó a todo el país en la madrugada del viernes. El autor del hecho fue Isidro Casco, de profesión policía.
La joven de 18 años fue sometida a una cirugía y evoluciona favorablemente. En las próximas horas ya será trasladada a una sala común en el cuarto piso del edificio. Estiman que en una semana ya podría ser dada de alta.
Las secuelas emocionales en la paciente son notorias, dijo Saldívar. En todo momento, la sobreviviente repite: “Nos cazó como conejos”. Esta tarde, la fiscala Carolina Martínez tomaría su declaración a la joven, adelantó Saldívar. “No quiero ni contar todo lo que ella dice. La escena del crimen te repite a cada rato y te parte el alma cuando te dice: ‘mi mamá se fue, mi hermana se fue'”, detalló el profesional médico.
Niño está delicado, pero estable
En tanto, el niño de 11 años se encuentra en terapia intensiva y su estado aún es grave. “Sigue luchando por su vida”, cuenta el director del Trauma. El menor fue ingresado ayer al nosocomio tras recibir cuatro heridas de bala. Dos de ellas en el tórax, una de estas afectó una costilla. Tiene otro orificio en el antebrazo izquierdo y afectó hasta el brazo, y otro en el muslo derecho.
“Está delicado, pero estable. Los impactos que recibió en el tórax no fueron mortales porque digo que existe un Santo aparte. Tiene lesiones en el hígado, uno de sus pulmones, una vértebra y un vaso. El sangrado se estabilizó y registró algunas mejoras”, celebró Saldívar.
En la madrugada del viernes un policía irrumpió una vivienda en Capiatá para asesinar a sus suegros, a sus dos hijos y a la cuñada. Además hirió a estos dos jóvenes.
El policía realizó el macabro asesinato con un teléfono celular en la mano, transmitiendo todo a través de una videollamada con su madre. Luego se suicidó con un disparo en la cabeza.
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