Las autoridades sanitarias informaron el miércoles último de otras dos muertes a causa del COVID-19, por tercer día consecutivo. Si bien el caso número uno de contagio se registró el 7 de marzo, el primer fallecimiento fue anunciado el 20 de ese mismo mes. Desde entonces, los reportes de muertes fueron bastantes esporádicos e incluso durante un mes, desde el 13 de mayo hasta el 14 de junio, no se reportaron nuevos decesos. La cifra había quedado en 11.
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No obstante, el 15 y el 16 se informó de otros fallecimientos y desde el 27 de junio hasta el último reporte se comunicaron otros cinco. Del total de fallecidos, 14 eran mayores de 60 años; los cinco restantes tenían entre 40 y 50 y una joven con solo 18 años.
Lo más resaltante es que, de los 19 casos, 18 personas tenían enfermedades de base, entre estas: hipertensión, asma, leucemia, diabetes, problemas cardíacos, pulmonares y renales, así como obesidad. En cuanto al único paciente que no tenía enfermedades de base, se trata del fallecido número seis: un hombre de 50 años que, según datos, había estado de viaje por Europa. El paciente, a raíz del virus, sufrió una insuficiencia respiratoria grave que le llevó a terapia y finalmente le causó la muerte.
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En ese contexto, los especialistas han ratificado que no solamente ser mayor de 65 años es un factor de riesgo en el marco de la pandemia, sino padecer alguna otra afección que puede complicarse luego de contraer el virus. Atendiendo a que la obesidad también es un factor de riesgo, el presidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología, José Fusillo, recalcó que la ciudadanía debe cambiar sus hábitos y comer más saludable, además de realizar actividades físicas.
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Es importante recordar que en el país se han registrado buenas experiencias en el tratamiento de personas de edad, como el señor de 82 años que fue dado de alta, y también está el caso de un camionero que superó el cuadro delicado a pesar de tener diabetes. No obstante, estas buenas historias podrían dejar de contarse si los hospitales se saturan. El titular del Ineram, Felipe González, explicó que los pacientes pueden ser tratados de la mejor manera debido a que los hospitales aún no están colapsando.
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Lo preocupante es que en la actualidad tanto el número de internados como de pacientes en la Unidad de Terapia Intensiva va en aumento. Asimismo, los contagios se dispararon desde el pasado 24 de junio y a la fecha el total llega a la cifra de 2.260; además, ahora los casos comunitarios ya superan a los de albergues. Esta situación se ve agravada por el hecho de que todos los días se reportan contagios sin nexo, lo que dificulta seguir la pista de los contactos.
También es importante remarcar que la mayor cantidad de casos activos actualmente se encuentra en el departamento de Alto Paraná, específicamente en el penal de Ciudad del Este, donde ya se registraron cientos de casos. Cabe recordar que esta localidad se encuentra en el límite con Brasil, país que se ve en crisis sanitaria por las ya casi 70.000 muertes que ha causado el COVID-19.
Paraguay atraviesa la fase 3 de la cuarentena, que se extendió hasta el 19 de este mes, pero este avance podría estar en peligro si los números siguen disparándose. Desde el Ministerio de Salud advierten que julio será un mes complicado debido a las bajas temperaturas y recuerdan la importancia de emplear las medidas sanitarias como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y el lavado constante de manos.