La primera declaración jurada del exlegislador, que data de 2001, ya registra una lista de 65 inmuebles en varias ciudades del área metropolitana, cuatro automóviles y tres cuentas bancarias, cuyos montos no detalla y, por ende, tampoco detalla su total de activo, pasivo ni patrimonio neto. Todo esto cuando ya era miembro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), donde años más tarde estallaría el escándalo de tráfico de influencia del caso audios.
Casi calcada y como mero trámite, en 2002 también presenta otra declaración similar que aporta pocos datos sobre sus bienes.
La declaración de 2003 de vuelta solo ayuda a reconfirmar que declaraba supuestamente las mismas pertenencias de 3 años atrás.
Sin embargo, su declaración jurada de 2009, ya al ingresar al Senado, aporta más datos. Presenta una lista de 57 inmuebles, pero solo declara oficialmente ocho de ellos, mencionando que su activo es de G. 280 millones y dice que su pasivo es cero, por lo que su patrimonio neto declarado se mantiene en G. 280.000.000.
Para el 2010, su patrimonio neto ya se dispara a G. 13.152 millones y sigue sin declarar pasivos.
En 2011 realiza la misma declaración, manteniendo intactos los mismos montos. Cabe destacar además que, paradójicamente, no reportaba otra remuneración que no fuera la del Congreso.
En 2013, su patrimonio neto declarado vuelve a ser de G. 13.152 millones, siempre “invariable” desde 2010.
La última declaración jurada hecha pública de González Daher es de 2016, el año antes de la histórica decisión de echarlo de la Cámara. En dicho documento afirma que su patrimonio neto es de G. 9.465 millones, supuestamente menor al declarado hasta entonces.