Debido al avanzado estado de descomposición de los cuerpos, que habrían sido dejados en el sitio luego de haber sido asesinados en otra parte, se dificultó la identificación de los mismos y hasta ahora solo se pudo precisar la identidad de Benicio Argüello Larrea, que recibió dos disparos, mientras que el otro sujeto aún no identificado recibió tres balazos. La causa de muerte en común es shock hipobolémico por disparos de arma de fuego.
“Esos cuerpos ya no tenían una data reciente, no es que estaba en estado de descomposición (...) de tal suerte que incluso ya la dactiloscopía está siendo tan complicada porque ya se desprende la piel de la mano, entonces se pudo hacer un método de dactiloscopía en uno de los cuerpos pero en el otro está constando un poquitito más”, informó el médico forense Pablo Lemir.
Las características de los impactos de bala no descartan que hayan sido ejecutados, sobre todo por que el segundo cuerpo que tenía dos impactos de bala en la cabeza uno de ellos en el lado derecho con trayectoria descendente y que quedó alojado en el cráneo. El segundo disparo lo recibió en el rostro pero habría tratado de cubrirse con el brazo, ya que tenía un refilón en la extremidad. El tercer balazo lo recibió en el pecho.
Sobre los motivos del asesinato de estas dos personas, se descarta que sea por un enfrentamiento con personal de la Fuerza de Tarea Conjunta. “Pensamos que sería también un grupo criminal pero que opera en otro rubro (se especula sean grupos narcotraficantes) y en este caso derivó en un tipo de enfrentamiento entre dos grupos criminales, que derivó en la muerte de estas dos personas”, indicó el fiscal del caso, Federico Delfino sobre las sospechas preliminares.
Benicio tenía un amplio prontuario y órdenes de captura ya que se lo acusaba de participar de los principales ataques del EPP en los últimos años y su zona de operación principal era entre Arroyito, Concepción y Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, por lo que llama la atención que el hallazgo de los cuerpos se diera en Amambay, en una zona intermedia entre Yby Yaú y Pedro Juan Caballero.
Justamente este es un dato relevante para la Fiscalía, puesto que confirmaría las sospechas de la migración del EPP a Amambay. “Lo que va confirmado nuestras sospechas es que este grupo criminal, el EPP, se había trasladado al departamento de Amambay que es lo que en este caso se está confirmando”, destacó Delfino.
Los hechos más destacados tienen que ver con los secuestros de Franz Hiebert Wieler y Bernhard Blatz Friessen, ambos ocurridos en Colonia Río Verde. El secuestro de Hiebert Wieler se dio el 27 de julio de 2016 tras un ataque a la estancia “La Yeya”, ubicada en la mencionada colonia de Santa Rosa del Aguaray.
Apenas 11 días después, Benicio también habría participado del ataque en un camino interno de la estancia Lucipar, en la Zona 12 de la colonia Río Verde, Santa Rosa del Aguaray, donde secuestraron a Bernhard Blatz Friessen.
Ambos fueron liberados con vida un 5 de febrero de 2018. Sin embargo, otras presuntas víctimas del ahora fallecido no corrieron con la misma suerte de salir con vida de su encuentro con el grupo criminal.
Específicamente se acusa a Benicio de participar del asesinato de Basilio Agustín Dávalos Galeano, un humilde guardia de la estancia Ka’aguy Poty, ubicada en Cuero Fresco, Concepción.
También, de haber ejecutado cobardemente de varios tiros a un colono brasileño, Valdir de Campos, en la Estancia “El Ciervo” de Santa Rosa del Aguaray.
Estudios preliminares del hallazgo de dos cuerpos hoy aseguran que los mismos habrían sido asesinados al mismo tiempo en otro sitio y arrojados al lugar recientemente.