Ana Girala, fiscala a cuyo cargo está el caso del niño que fue baleado por policías durante una persecución que comenzó en San Lorenzo y culminó en Luque, afirmó que cuando el menor se recupere, llamarán a declarar a sus padres para determinar el grado de responsabilidad de los mismos en el incidente. “Está pendiente analizar otras conductas como la de los padres por el hecho de la violación de la cuarentena", señaló.
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Detalló que hasta el momento la única información que manejan es que la familia estaba llevando a su hija más pequeña a un centro asistencial. “La cuarentena sigue, desconozco la situación particular, lo que me manifestó el señor fue que salió para llevar a su hija al hospital”, contó.
En este orden de ideas, como apreciación personal, la fiscala manifestó que aunque los padres no tuvieran justificativo “no puede ser que la violación de la cuarentena tenga como resultado un hijo baleado”.
Igualmente comentó que en el marco de las investigaciones se harán pericias a las armas de los uniformados así como la verificación de otros elementos recogidos en el lugar del hecho, del vehículo en el que circulaba la víctima y la patrullera utilizada por los imputados. Se realizarán pericias, huellas de los intervinientes. La patrullera no tiene rastros de haber recibido disparos, no se encontraron armas dentro del vehículo del señor", expresó.
Manifestó que deben determinar los motivos del accionar de los policías ya que eludir una barrera no justifica los disparos. Además comentó que evitar una barrera no es delito, pues pueden haber múltiples razones para hacerlo, como “una llamada de emergencia”.
“En regla”
El padre del niño de seis años baleado el sábado a la noche por policías dijo a ABC este lunes que estaba circulando en regla. Si bien la cédula verde no estaba a su nombre, tenía el contrato del vehículo, al igual que la habilitación y la licencia de conducir.
“Es mentira todo eso. La cédula verde está en el vehículo, tiene la Fiscalía. Está todo en el acta ¿Por qué la fiscala dice que yo no tenía la cédula verde? (...) Todo estaba en regla”, sostuvo.
En su relato de ayer, el padre de familia aseguró que divisó el automóvil sin chapa varias cuadras antes e intentó desviar al pensar que se trataba de un control “clandestino y probolsillo”, atendiendo que se encontraban en una calle sumamente oscura.
“Era un lugar clandestino, oscuro, con dos conos y sin las luces de la Policía prendidas. Y el que me persigue me vino a chocar. ¿Cuál era su intención? ¿Quitarme plata o buscar algo? No tiene experiencia, no es la forma de actuar con la ciudadanía. Yo, en ningún momento le agredí ni le disparé. No tengo armas. Pedí la orden de alcotest y salió negativo. Yo me quedé hasta lo último para que no me pongan armas ni droga. Todo el mundo me conoce", agregó el hombre.
El Ministerio Público imputó a los policías Derlis Sanabria y Juan Amarilla por tentativa de homicidio, omisión de auxilio y lesión corporal en ejercicio de función pública al ser señalados como los responsables de balear y herir a un niño de seis años, durante una persecución que comenzó en San Lorenzo y culminó en Luque.
El niño afectado fue sometido a dos cirugías y se encuentra estable en el Hospital de Trauma.
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