Desde muy tempranas horas, cientos de trabajadores habituales vuelven a su rutina diaria y salen de la cuarentena obligatoria para cumplir la primera fase de la “cuarentena inteligente”. Sin embargo, el déficit en el transporte público se hace sentir, ya que las esperas se hacen largas y, por ende, se van acumulando los pasajeros en las principales paradas de Asunción y Central.
Los pasajeros salen con los tapabocas puestos, atendiendo a la obligatoriedad sanitaria, y en los buses solo deben viajar personas sentadas. Eso implica que la cantidad de personas esperando para poder abordar un transporte irá aumentando conforme pasen las horas, puesto que comúnmente los buses van abarrotados hasta las estriberas.
Denuncias de pasajeros parados
Sin embargo, pese a las recomendaciones sanitarias, algunos choferes están circulando con muchos pasajeros parados. La aglomeración de las personas en espacios cerrados como los colectivos es un riesgo para la propagación del COVID-19, pese al uso de tapabocas, y en las redes sociales ya están difundiendo fotografías de ómnibus abarrotados.
Los transportistas deben desinfectar cada colectivo al terminar un viaje y los funcionarios del Viceministerio del Transporte deben encargarse de que se cumplan esas y todas las demás medidas sanitarias, por lo cual anunciaron que en algunos puntos principales del área metropolitana se encontrarán realizando los controles.
César Ruiz Díaz, representante del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), dijo ayer que debido a esa imposición de pocos pasajeros por cada ómnibus, solo podrán brindar el servicio “para la mitad” de los usuarios que vuelven a sus actividades desde hoy. “Tenemos que tener paciencia, tenemos que tener tolerancia mañana, porque esa frecuencia no es cierta”, declaró ayer sobre lo prometido por el Viceministerio de Transporte.
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Cabe resaltar que el viceministro de Transporte, Pedro Britos, socializó el sábado un supuesto esquema en que operará el sistema de transporte público del área metropolitana, cuya frecuencia se estableció para la semana laboral -de lunes a viernes- cada 10 o 20 minutos en un horario que se iniciará a las 5:00; los sábados habrá buses cada 20 o 30 minutos. No obstante, los empresarios del transporte advirtieron que esta frecuencia no será posible debido a que “operativamente no es viable”.
Ruiz Díaz resaltó que solo la mitad de la flota de ómnibus estará operando y que los 55 días de cuarentena con solo un 15% de funcionamiento los afectó negativamente, lo que también se resentirá en la capacidad de respuesta que ofrecerán.
En esta primera fase de la cuarentena inteligente podrán trabajar, además de los incluidos en servicios esenciales, las industrias en general y su cadena logística y quienes realizan servicios profesionales y no profesionales, que podrán ir a las casas de sus clientes.
Específicamente, pueden salir aquellos que se dediquen a la industria y las construcciones, además de los delivery y servicios de cobranza. Los prestadores de servicios como abogados o peluqueros podrán atender pero a domicilio y hasta tres personas.
Todos los puestos de trabajo que requieran el ingreso de personas tendrán que disponer espacios para el lavado de manos, exigir el uso de tapabocas, determinar el distanciamiento físico y también es recomendable que realicen los controles de temperatura.
En la página web del Ministerio del Transporte se encuentran disponibles los protocolos sanitarios que deben aplicar los principales rubros, como por ejemplo para las obras civiles y públicas, los locales comerciales, los supermercados y las estaciones de servicio.
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