El presidente del Centro de Importadores del Paraguay (CIP), Neri Giménez, hizo referencia a la importancia de descomprimir el paro económico, para no perjudicar aún más a los actores de los distintos rubros comerciales, industriales y de servicios.
“En esta etapa de la cuarentena que se va acercando a los dos meses de vigencia, las empresas y las personas hemos aprendido a cuidarnos y a establecer los protocolos, a adquirir los insumos y los elementos exigidos por las autoridades sanitarias, para así poder reabrir las actividades comerciales de acuerdo a las fases programadas”, resaltó.
A su criterio, ir para atrás con mayores períodos de paro total (que se prevé si la reactivación por fases no resulta con éxito) sería sinónimo de más desempleo. “Sería muy difícil seguir sosteniendo los puestos de trabajos si se mantiene una cuarentena muy estricta”, subrayó.
Por su parte, Oliver Gayet, de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), lamentó que el Gobierno no le discriminó conforme a la naturaleza de las funciones del rubro sino que se le mezcló con las discotecas y bares al final de fase 4, que permite operar a partir de 3 de julio. Esto implica que seguirá el crítico escenario en el rubro, en lugar de ir oxinenando progresivamente la economía para el sector.
No obstante, como respuesta, presentrarán una contrapuesta al Gobierno. "Estamos trabajando en un propio protocolo para reapertura de los restaurantes", dijo y agregó que se reunieron con tecnólogas para elaborar el documento y en los próximos días será finiquitado para presentar a las autoridades.
Reconoció que la gastronomía requiere muchos cuidados y por lo tanto, los integrantes del gremio consideraron de suma importancia tener en cuenta todos los detalles y estiman poder empezar sus operaciones desde fase 2.