Un grupo de jóvenes, entre ellos algunos menores de edad, se encontraban jugando fútbol en el tinglado de la capilla San Felipe, ubicada en el barrio del mismo nombre en Asunción. Vecinos del lugar alertaron de la situación a la Policía, pues se trataba de una abierta violación a las disposiciones sanitarias del gobierno.
“Teníamos informaciones de que este Víctor Manuel Cabrera (buscado por el caso Ronaldinho) se encontraba en las inmediaciones y que estaba participando de un encuentro deportivo. También recibimos una llamada del 911 referente a la aglomeración de personas en la capilla San Felipe”, comenzó relatando el jefe de la comisaría 5ª del barrio Ricardo Brugada de Asunción, Crio. José Martínez.
Por la cantidad de personas, pidieron apoyo y fueron hasta el sitio, y según relató el comisario, persuadieron a lo jóvenes para que fueran a sus casas a cumplir la cuarentena dictada por el gobierno, ante lo cual se mostraron desafiantes.
“Empezaron a burlarse de la Policía, nos decían: Ejuna ape (vengan acá), empezaron a desafiarnos, pero nuestro objetivo era otro, no era le primer grupo que estaba jugando fútbol, sino más bien el segundo que estaba en la capilla donde teníamos conocimiento de que estaba esta persona, Víctor Manuel”, comentó el Crio. Martínez, destacando que primeramente el afán no era agarrar a todo el grupo.
“Dejamos pasar”, mencionó acerca de los agravios, remarcando que su objetivo era un “segundo grupo que estaba en la capilla de San Felipe en el tinglado sin autorización del cura párroco, y sabíamos que esa persona estaba ahí, ese Víctor Manuel Cabrera, que cuenta con orden de captura”.
Es así que procedieron a detener a Cabrera, que tiene orden de captura por presuntamente ser parte del grupo que participó en la falsificación de documentos utilizados por el exjugador brasileño Ronaldo de Assis Moreira, “Ronaldinho Gaúcho”, y el resto de jugadores.
Al grito de: “Bienvenidos al estadio de la comisaría 5ª”, los jóvenes que habían sido trasladados en patrullera fueron recibidos en la sede policial, donde se constató que cuatro de los doce eran menores de edad, por lo que se dispuso la inmediata entrega a sus familiares, mientras que los mayores, incluido Cabrera, permanecerán recluidos y puestos a disposición de la Fiscalía.