En entrevista telefónica con ABC, el ministro detalló que de los nueve fallecimientos ocurridos hasta la fecha a consecuencia del nuevo coronavirus, siete se registraron cuando los pacientes se encontraban en terapia intensiva.
En relación con la muerte de ayer, Julio Mazzoleni precisó que la persona fallecida tenía 92 años, pero, pese a su avanzada edad y enfermedades crónicas arrastradas, se encontraba en muy buen estado general y no requirió intubación, cuidados intensivos, ni siquiera oxígeno. Incluso, según contó el ministro, se estaba preparando para su alta.
Pero su deceso se produjo sorpresivamente mientras se la estaba aseando en el Ineram.
Autopsias, poco probables
Con respecto a la evidencia científica de presencia de trombosis en los cuadros de COVID-19, el ministro recordó que están siguiendo la casuística internacional. “Hay elementos laboratoriales o de evolución clínica que pueden ameritar que uno considere posibilidad de trombosis”, dijo Mazzoleni, pero aclaró que es poco probable que se realice una autopsia, al menos en este último deceso.
“Hemos conversado con las sociedades de Hematología e Infectología sobre la introducción de medicamentos anticoagulantes en los protocolos. Eso está en continua edición”, señaló.
En relación a las posibilidades de ir flexibilizando el aislamiento sanitario, confirmó que desde hace tiempo el equipo viene trabajando en el protocolo que denominan “El día después”, con algunas premisas. “Particularmente, lo prioritario es lo que podamos controlar mejor como parámetro para elegir áreas de flexibilización inicial. No obstante, todos los paraguayos tenemos que entender que ya no podremos despojarnos de la distancia física, el lavado de manos, etcétera. En base a eso estaremos liberando gradualmente aquellos sectores que se puedan controlar. Cuándo se dará esa decisión todavía tenemos que discutirlo en gabinete. Hay muchas variables, desde todas las ópticas”, expresó el jefe del Ministerio de Salud.
Más camas
En otro orden, detalló que se sumarán un total de 100 camas al sistema. En el Hospital Nacional se sumarán 50 camas de terapia a las que ya tiene el nosocomio para otras enfermedades. En principio, ya se tienen 18 camas en un pabellón respiratorio, en tanto que en el hospital de contingencia se sumarán otras 32. De ese total, una de las salas ya tiene la mitad, mientras que la otra se completará de forma gradual.
En el Hospital del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram) se avanzó hacia 42 camas. “En concreto, nuestra meta es 300 camas de terapia adicionales. Estamos en un tercio de esa meta, aguardando la entrega gradual de equipos”, explicó el ministro.