Servín dedicó su vida a la difusión de la astronomía, especialmente en el contexto de nuestro país. Realizó cientos de talleres dirigidos a miles de alumnos para que conozcan el cielo y las estrellas y estaba a cargo del Centro Astronómico Bicentenario-Planetario “Padre Buenaventura Suárez”. La información de su deceso fue confirmada a ABC por Nicolás Masloff, astrónomo aficionado y uno de los estudiantes que trabajaba con Servín hace muchos años.
Entre las condecoraciones que ostentaba figuran, entre otras, Grado de Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, por el Papa Juan Pablo II; Grado de Caballero de la Soberana Orden Militar de Malta, y Grado de Oficial Pro Mérito Metilenses.
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El profesor fue también un gran estudioso del cielo de los guaraníes. En una entrevista con la agencia EFE en 2016 afirmó: “El cielo era el espacio donde los guaraníes proyectaban su mundo. Por ejemplo, a la Vía Láctea la llamaban el Mborevi Rape, el camino del tapir, que es un animal que sigue siempre un mismo recorrido hasta su guarida, y las hojas que deja en ese camino brillan a la luz de la luna”.
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Servín nació en Piribebuy en el año 1949. Con apenas pasados los 20 años, se convirtió en diplomático ante el Vaticano en Roma, vivió en Brasil, Italia, Francia y Venezuela, fue animador de fiestas, especialista en tecnología, empresario, investigador y, en las últimas décadas, especialmente conocido como profesor de astronomía.
“Sin dudas, es el máximo exponente y difusor de esta ciencia en el Paraguay y me atrevo a decir que no existe en el país otra persona, en cualquier rama, que haya educado a tantos alumnos como él. Fue una persona excepcional, extremadamente culta, inteligente, versátil, carismática y solidaria. Un ejemplo a seguir”, expresó Masloff al respecto.
Pese a su legado, Servín no llegó a tener un título como astrónomo, una carrera que no existe en Paraguay. Esto no le fue impedimento para que en el año 2000 fuera aceptado como miembro de la Sociedad Científica del Paraguay. Además, recibió el Premio de Ciencia y Cultura en el 2009 del Instituto Tomás Moro de la Universidad Católica.
Realizó también investigaciones en el Archivo Secreto del Vaticano; Biblioteca y Archivo Nacional de Paraguay; Centro Antropológico, México; Museo Inca, Cuzco, Perú; Museo Tiahuanaco, Bolivia, y decenas de otros lugares, recuerda el sitio web Portal Guaraní.
Servín recibió una condecoración por parte de la Cámara de Diputados en agosto de 2019 y la última fue por parte de la Agencia Especial del Paraguay (AEP), en octubre. Posteriormente, se alejó de la vida pública a raíz de la enfermedad, que ya le había producido un colapso a mediados del año pasado.
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Se desconocen aún los detalles del velatorio de Servín, aunque está vigente la orden sanitaria de hacerlo solo en el círculo familiar más cercano a raíz de la crisis por el coronavirus.
“Pienso que lo mejor que podemos hacer en su memoria y para hacer perdurar su legado es compartir los momentos que pasamos con él y las cosas que aprendimos de él, por eso me gustaría pedir, por favor, a todas las personas que lo hayan conocido, compartir algunas fotos, las anécdotas, historias, comentarios o lo que quieran. También me gustaría pedir a todos, sean creyentes o no, que lo tengan presente en sus oraciones o pensamientos”, concluyó Masloff.