Los fabricantes, comentaron que la idea surgió a raíz del avance de la pandemia del COVID-19, atendiendo que el hospital distrital de Santaní no está preparado para afrontar este tipo de problemas debido a la escasez de equipamientos para los profesionales del nosocomio y mucho menos para los pacientes.
Al ser consultados, cómo surgió la iniciativa para construir el aparato respirador, respondieron que desde la aparición del coronavirus a nivel mundial, se dieron cuenta de que muchas de las personas fallecidas murieron por la falta de respiradores en los nosocomios.
En ese contexto, señalaron que el respirador puede ser muy útil en caso de que existan pacientes con alguna insuficiencia pulmonar ocasionada por el COVID-19 o de otra patología.
Ser útil a la sociedad
Oscar Rosas, de profesión técnico superior en mecatrónica, refirió que la idea es servir en algo a la gente que pueda necesitar de este elemento no solamente por la pandemia, sino para que sea útil durante mucho tiempo a los enfermos que requieran de un cuidado intensivo.
Asimismo, reconoció que los hospitales del interior del país casi todos tienen falencias en materia de equipos de respirador, por lo que cree que esto puede servir para paliar la situación.
Por su parte, Elías Larroza, técnico en mecánica general, señaló que de aquí en adelante van a esperar que el Ministerio de Salud apruebe la utilización del aparato para poder continuar con la fabricación. Los jóvenes mencionaron que cada respirador tiene un costo aproximado de G. 1.200.000.