Monseñor Collar emitió una carta pastoral a los fieles de la Diócesis de San Juan Bautista de las Misiones, expresando su palabra de animación y de orientación.
Según el obispo, la realidad que vive la humanidad entera a causa de la rápida propagación del COVID-19, hace pensar, cuestiona, genera incertidumbre e incluso miedo. “Tal situación debemos asumir con una actitud de fe y esperanza porque el Dios de la Vida nunca abandona a su pueblo y después de una grave crisis se vislumbra siempre la calma que solo Dios puede ofrecernos”, dice el mensaje.
Exhorta para que la vivencia de las virtudes ayude a los feligreses a vivir este tiempo con mucha responsabilidad, serenidad y sosiego.
Monseñor Collar brindó las siguientes orientaciones: aprovechar esta cuarentena para cultivar en el hogar los valores que consolide a la familia como el diálogo, la oración, la paciencia, ayuda mútua y para acompañar las celebraciones eucarísticas transmitidas por las redes y los medios de comunicación, sin necesidad de acudir a los lugares de culto.
También pide observar las determinaciones de las autoridades sanitarias ya que sabiendo de la extrema gravedad de la situación, “todos debemos obedecer y poner en práctica cuanto se nos indica, como dice el papa Francisco, todo es para nuestro bien”, dice.
A los sacerdotes insta a celebrar diariamente la eucaristía y privadamente por las intenciones del pueblo de Dios y para que se supere la actual epidemia y estén atentos para acompañar a las necesidades de la gente. También a cooperar todos juntos para superar esta situación con un espíritu cuaresmal.
El obispo señala que es muy importante durante la cuaresma cuidar y vivir el silencio como actitud de escucha. “Es una experiencia del amor infinito de Dios. Así como Jesús en el desierto vivió el profundo silencio interior sea este tiempo una oportunidad para vivir ese importante valor casi olvidado en el mundo”.
El prelado pide también a vivir este tiempo más hermanados. “A pesar de los encierros y aislamientos tomemos conciencia de que somos una gran familia. Testimoniemos que somos una comunidad de fe, de amor y de esperanza”, señala en su carta pastoral.
Y agrega: “que la gracia de Dios nos lleve a ser solidarios con los pobres, ancianos, ancianas, enfermos, migrantes y nos ayude a abrirnos al prójimo para que todos sintamos el consuelo, la fortaleza y la compasión que nos ofrece el Buen Samaritano".
Monseñor Collar Noguera dijo que personalmente visitará en estos días a vecinos y lugares de la comunidad, y que desde la calle rezará y bendecirá con el Señor Sacramentado a todo el pueblo de Dios. “Que esta situación nos ayude a tomar conciencia de la necesidad de una sincera conversión retornando a Dios nuestro Creador y Redentor”, expresa la nota.
Finalmente el obispo alienta a todos a mantener la esperanza y a poner toda la confianza en el Señor, con el cual se podrá superar todas las dificultades por grande que sean. Invita también a invocar a la bienaventurada Virgen María, rezando la oración que el papa Francisco ha compuesto con esta finalidad. Monseñor Collar Noguera impartió al bendición a todos sus fieles en este día de San José esposo de la Virgen María.