La medida de control rige desde la tarde de ayer, tras una reunión que tuvo lugar en la Séptima Región sanitaria, en horas de la mañana, y de la que participaron agentes de control fronterizo de seguridad, aduaneros, migraciones, entre otros.
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Por el momento se aplica a los que ingresan a través de los transportes colectivos de pasajeros, y a los que ingresan en vehículos particulares provenientes de Brasil, a quienes se les controla también si tienen la tarjeta de vacunación contra la fiebre amarilla y el sarampión, explico la Lic. Laura Sánchez, funcionaria del hospital regional.
Cuando se detecta alguna persona con temperatura corporal por encima de los 37.5 grados, se comunica a Vigilancia Sanitaria, y éstos inmediatamente derivan al pasajero hasta el hospital regional de Encarnación para un estudio más exhaustivo. Hasta la tarde de este miércoles no había sido detectado ningún caso.
Una persona con 37.5 grados ya es considerada febrícula, y amerita un control más preciso, explicó.
La tarea de vigilancia es durante las 24 horas, y por el momento solamente tres funcionarios están asignados a los controles. Se espera un refuerzo de otras tres enfermeras, explicó.
Lo ideal sería controlar a cada persona que ingresa, incluidas las que vienen en vehículos particulares, pero no existe suficiente cantidad de personal para el efecto. Las autoridades deberían instruir rápidamente al personal de seguridad apostado en el puente (Prefectura y Policía) para colaborar en la tarea, comentó un pasajero que ingresaba desde Posadas.
El control consiste en tomar la temperatura con un equipo electrónico dotado de una luz láser, es rápido, y no exige contacto con la piel de la persona revisada.