El pastor de la iglesia asegura que tiene autorización del Infona (Instituto Forestal Nacional) y de la municipalidad local para realizar podas porque supuestamente las hojas de pino caen sobre el predio y obstruyen las canaletas.
Por su parte, los denunciantes dicen que lo que hicieron no son podas, sino se trata de tala indiscriminada que comprometen seriamente el reflorecimiento de esos árboles. Consideran además que afecta la visual del barrio, ya que esos árboles son como una postal de la urbanización.
El microclima también se verá afectado porque no son uno o dos árboles los afectados. Por la cantidad de árboles talados es obvio que se afectará también ese aspecto, indicó uno de los pobladores.
Desde la redacción contactamos con el director regional del Instituto Forestal Nacional, Ing. Pedro Giménez. El mismo explicó que Infona no tiene atribuciones para autorizar o desautorizar cuando se trata de árboles situados en el casco urbano. Agregó que en la víspera, un abogado se acercó a la oficina regional y verbalmente pidió autorización. “Le expliqué que no tenemos atribuciones y que debía recurrir a la comuna”, indicó.
Por su parte, el arquitecto Miguel Rojas León, jefe de obras de la municipalidad, indicó que efectivamente el abogado Víctor Martínez, en representación de la iglesia, solicitó la autorización correspondiente. “Nosotros en ningún momento le autorizamos”, dijo.
Fue tajante al afirmar que no corresponde la tala de árboles. “Solemos autorizar cuando se trata de cortes de ramas o algo por el estilo, inclusive cuando las ramas ocasionan inconvenientes en los tendidos eléctricos, derivamos a la ANDE para que se proceda a cortar con acompañamiento de entendidos en la materia”, sentenció.