La vigésima edición de la “Expo Pesebre (Kuave’ê Mitã Ruparã rekávo)”, se lleva a cabo sobre las calles La Candelaria y Mariscal Estigarribia, de lunes a viernes de 08:00 a 19:00 y los fines de semanas la atención será hasta altas horas de la noche. La feria es organizada por la Coordinadora Municipal de Artesanos desde donde informaron que más de 180 trabajadores del barro participan. Este año, las artesanias aregueñas suman como sello de calidad su resiente declaración por parte de la Unesco como “Ciudad creativa” del Paraguay.
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Feliciano Vera, artesano, productor y miembro de la comisión organizadora de la feria, explicó que la recesión económica les obliga a bajar los precios con el objetivo de por lo menos recuperar la inversión que realizaron a mediados de año. Dijo que a partir de setiembre fueron recontratados algunos empleados que habían sido desvinculados por la escasa producción.
No solo los productores de pesebre son los afectados, ya que se trata de una cadena que involucra a las ferreterías proveedoras de pinturas, así como a los vendedores de arcillas, de periódicos viejos, leña y cartón.
Una de las feriantes llamada, Alicia Troche de tan solo 18 años, es la expositora más joven. Es de la localidad de Kokue Guasu y es estudiante bioquímica. En sus ratos libres, con la intención de ayudar a sus padres a solventar sus estudios, fabrica “mini pesebres de porcelana fría”, hechos totalmente a mano y sin moldes, desde hace cinco meses.
“Mis papás hacen los pesebres de barro y yo decidí usar otro material, la porcelana fría o porcelanicrón, como más se la conoce”, expresó. Los precios van desde G. 18.000 hasta G. 50.000. También fabrica seres mitológicos y pesebres de arcilla, cuyos costos son desde G. 25.000 hasta 100.000.