El ingeniero Natalicio Chase informó a los usuarios que desde anoche se encuentran trabajando los técnicos para reparar la bomba de agua cruda que tuvo un fallo total ayer. “No tiene posibilidad de repararse en menos de 24 horas”, advirtió.
Explicó que la bomba averiada no se produce en el mercado local y la fabricación de una nueva tarda al menos seis meses, bajo pedido. Por ese motivo, decidieron desmontarla y reparar el sistema, que se encuentra bastante dañado. “Tenemos la certeza de que se va a terminar”, aseguró, pero advirtió que los clientes deberán soportar estar sin el líquido vital al menos hasta el mediodía del viernes.
Se verán afectados al menos 40.000 clientes de Asunción, específicamente de los barrios San Pablo, Mariscal López, Recoleta, Los Laureles, Santa María, San Cristóbal y Mariscal Estigarribia. Consultado sobre si realizarán algún tipo de asistencia con carros hidrantes, el titular de la Essap admitió que tienen un par de camiones pero solo están para ser utilizados en casos puntuales, pues no tienen la “capacidad para enfrentar” una situación de esta magnitud.
Por otra parte, manifestó que están trabajando para dotarse de reservas a fin de poder responder más rápidamente ante crisis como éstas, pero la empresa no tiene capacidad económica suficiente para hacerlo de manera rápida, atendiendo a que el único ingreso es el pago de los clientes.
El ingeniero Chase también admitió que no tienen recursos financieros para hacer grandes inversiones, como la compra de generadores propios, para evitar que los cortes de energía afecten la distribución del agua potable.
En ese sentido, recordó que actualmente hay un 42% de agua no contabilizada, principalmente de conexiones clandestinas que se realizan en barrios de escasos recursos, como los bañados. “No podemos hacer intervenciones violentas porque es una cuestión social. Ahí estimamos que tenemos al menos 20.000 cuentas que no se pagan”, precisó.