El Tribunal integrado por las juezas Lourdes Peña, Rosana Maldonado y Blanca Gorostiaga condenó por lesión de confianza y otros delitos al expresidente de APA, Cosme Roa, a quién le espera 6 años de cárcel una vez que la sentencia quede firme y a 4 años de prisión a Luis Barriente, exsecretario de la institución.
Según la acusación de la Fiscalía, que estuvo representada por la fiscala Sara Torres, el perjuicio total en torno a este caso es de G. 20.000 millones, el cual se consumó por diversas vías en un lapso de entre 2012 a 2016, cuando estallaron todos los malos manejos administrativos.
“Se ha comprobado que hubo realmente una mala administración y cantidades importantes que no se ha podido acreditar en qué se gastó, que no hay documentos respaldatorios de en que se gastó. Cosme Roa fue condenado igualmente por violación del deber de llevar libros de comercio”, explicó Torres como el panorama general de estos robos, que fueron perpetrados de miles de maneras alevosas.
Entre algunas de las irregularidades se comprobó por ejemplo que las autoridades de APA por ejemplo cobraron -o no hicieron figurar el cobro- de grandes conciertos de artistas internacionales de la talla del grupo Metallica y Red Hot Chili Peppers, cuando estos tocaron en nuestro país. Se presumen que el dinero se cobró pero no se ingresó.
“Concierto de Metallica y Red Hot Chili Peppers que no fueron controlados, no se verificó, no se facturó, no existe la documentación y tampoco ningún acierto que diga que ese dinero entró a la administración”, destacó la fiscala, mencionando que una de las funciones de APA es hacer las gestiones para el cobro por estos eventos.
De hecho, era normal que manden a sus inspectores a cuanto evento se realizaba para realizar los cobros, inspectores que por cierto fueron los más beneficiados durante la administración, casi más que los propios artistas por su talento.
“Hay un reglamento de reparto que establece cómo se debe hacer y hay también un reglamento de inspectores de APA que establecen cuánto deben cobrar, junto con la ley de derecho de autor. Se llegaban a pagar en un año más de G. 1.500 millones solamente a los fiscalizadores, eso es muchísimo dinero, aparte de los gastos que se les pagaba”, detalló la agente fiscal. En el “mejor de los años”, los inspectores llegaron a facturar G. 1.800 millones, violando obviamente los topes legales establecidos.
Otro de los mecanismos de desfalco es la contratación de empresas, donde en un solo año se pagó G. 600 millones sin que exista un solo documento que demuestre siquiera que servicio prestaron.
Mientras tanto, grandes artistas nacionales e internacionales no veían un solo guaraní, pese a que sus músicas copaban las emisoras locales. En contrapartida, supuestos “herederos” se embolsaban grandes sumas de dinero.
APA debía girar el dinero a otras sociedades internacionales de países como Argentina, Colombia, Uruguay y cientos más, para lo cual “se debía cobrar el derecho de autor y pasar eso a la sociedad Argentina (en el caso de ser artistas argentinos), y que lo que pasa acá, se había el robo. APA tenía una cuenta a nombre de los autores extranjeros para ese rubro, pero desde el año 2012 nunca más se giraron esos montos a las cuentas extranjeras, ese dinero se usó, no sabemos realmente en que se uso. Sí sabemos que se uso y no en el destino que tenía que ser, que eran los artistas extranjeros”, explicó la fiscala.
Se estima que de esa manera hicieron desaparecer unos G. 14.000 millones, e incluso representantes internacionales llegaron a reclamar por ese dinero, ante la evidente ausencia de los mismos. Esto pasaba también con artistas desconocidos. “Cuando más tocadas tienes, más derecho tenes a recibir (dinero). Eso no pasaba, se había a prorrata, contrario a lo que dice la Ley y pagándose anticipos, se le pagaba anticipos a personas que no tenían tocada, se le daba ayuda a personas que no eran socias, se le pagaba a gente que decía soy heredero del artista X y ni siquiera existía declaratoria de heredero para el pago, o sea no se encontraron los documentos”, comentó entre tantos elementos probados durante juicio.