Río llega a los 83 cm en Asunción y se espera repunte en diciembre

La baja del río Paraguay sigue a un ritmo considerable en toda su extensión, llegando a su punto más bajo en Asunción con apenas 83 centímetros. Sin embargo el sitio más crítico -para la navegabilidad- es paradójicamente Pilar, hasta hace poco amenazada por inundaciones. Meteorología prevé un repunte recién en diciembre y el MOPC realiza trabajos de dragado, pero solo las lluvias serán claves para revertir situación crítica.

Alarma la bajante del río Paraguay.
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El Ing. José Luis Ávila, de la Dirección de Proyectos Estratégicos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), indicó a ABC Color que tienen identificados 7 puntos críticos a lo largo del río Paraguay y desde hace un tiempo ya están realizando trabajos de dragado en algunos de estos sitios. No obstante, fue claro en indicar que estos trabajos no serían suficientes si es que no se registran lluvias que permitan mantener los niveles de navegabilidad mínimos.

Al respecto Nelson Pérez, subdirector de Hidrología de la Dirección de Meteorología e Hidrología (DMH,) señaló a nuestro medio que el panorama de precipitaciones no es tan alentador, ya que se prevé que la temporada de lluvias se inicie a partir de diciembre, o en el mejor de los casos, tras la tercera semana de este mes.

“Entramos en un proceso en que el río baja normalmente, por ende, el flujo de agua es más rápido, lo que sumado a las pocas precipitaciones hace que tengamos esta situación”, explicó Pérez, destacando que “el contraste es lo que más llama la atención, ya que estuvimos inundados hasta mediados de julio y es ahora estamos con el río muy abajo”.

Ambos coinciden en indicar que este comportamiento del río Paraguay es “típico”, es decir, es normal que en esta época tenga una baja pronunciada. Sin embargo, según destacó Ávila, lo que no es normal son los niveles a los que está llegando el descenso. Mencionó que los niveles normales del río durante la temporada baja suelen llegar a los 1,80 metros o incluso 1,00, pero en este caso en algunos puntos ya se encuentra debajo de ese nivel.

Aclaró que si bien los niveles actuales no implican necesariamente que haya tramos intransitables, ya que incluso estando el agua a 0,80 metros siguen habiendo márgenes para la navegabilidad, es preocupante la situación de continuar descendiendo el río.

“Con esta bajante extrema, la navegabilidad no depende de las obras”, apuntó el encargado de proyectos estratégicos del MOPC, apostando sobre todo al factor climático, ya que el dragado -además de tener un alto costo- en insuficiente para solucionar el problema de la falta de agua. “Si se quiere hacer todo para estas situaciones extremas es difícil”, remarcó, teniendo en cuenta que hace apenas siete meses la situación era totalmente contraria, con inundaciones.

Ávila indicó que los trabajos de dragado se encuentran enfocados en la zona sur del río Paraguay, donde el “punto más crítico es en la ciudad de Pilar”, donde recordó lo paradójico del hecho que justamente ahora se está licitando una obra de defensa costera contra las inundaciones, que acosaban de inicios a mediados de este año.

Más específicamente, actualmente se encuentran culminando trabajos de dragado en una zona denominada Vuelta Paray, ubica entre las localidades de Guyrati y Alberdi y de ahí se deberán trasladar los equipos de dragado hasta Pilar, específicamente frente a la manufactura que lleva el mismo nombre de esa ciudad.

También está pendiente realizar labores de dragado en la zona de Sajonia, específicamente un punto conocido como Rancho 12 para luego trasladar los equipos a la zona norte del país, ya que en Concepción y otros puntos ya se reportan problemas de navegabilidad.

Una serie de fenómenos

Pérez aclaró que si bien la ausencia de lluvias es considerable, aún no se puede mencionar que hay una sequía, y más bien hay otros fenómenos más llamativos que afectan a nuestro país como por ejemplo el extremo calor. También destacó que las inundaciones se dieron por la conjunción del Fenómeno del niño y otro denominado Madden-Julian.

Respecto a las precipitaciones dijo que es un comportamiento típico de esta época del año la falta lluvias, cuya temporada de mayor intensidad se registra entre los meses de diciembre, enero y febrero. También indicó que si bien en estos días se registraron algunas precipitaciones, ningunas de estas fueron de consideración como para paliar la bajante del río.

“La situación del río es lo que podríamos considerar un comportamiento típico, disminuye hasta los últimos días de diciembre y empieza a subir con la temporada de lluvias”, destacó el pronosticador, que dijo que hay otro elemento que actualmente despierta mayor atención no solo de los meteorólogos locales, sino también internacionales, como es la condición de extremo calor que se centra en Paraguay.

“Antes que sequía, llama la atención el extremo calor. Tenemos lluvias por debajo de la normal pero no a un nivel de sequía. A nivel de temperaturas si se batieron récords, y en nuestro país se registra un foco de calor bastante importante”, alertó.

Como causante de este fenómeno, Pérez dijo que “hay que enfatizar que la falta de árboles y las ciudades se comportan como islas de calor” e hizo referencia a un ejemplo muy autóctono como es el “tatakua”. El mismo explicó que las estructuras edilicias se comportan como el tradicional horno paraguayo, incluso tras apagarse la fuente directa de calor, siguen manteniendo las altas temperaturas en su estructura.

“Con el intenso calor que hay, los edificios absorben ese calor y lo mantienen incluso hasta la noche”, comentó sobre el fenómenos que se vienen viviendo a diario desde hace una semana en todo el país, llegando a registrar temperaturas que superan fácilmente los 40 ºC.

<b>Afectación al comercio</b>

El descenso del río Paraguay tiene sus consecuencias obvias sobre la economía local, ya que nuestro país es una de las potencias en cuanto a flotas para el traslado de productos. Patricio Ortega, director de la Marina Mercante de nuestro país, indicó que el descenso de los niveles de los ríos se está sintiendo en la actividad comercial.

“Efectivamente si (se siente). Además, se llevan menos cargas por la limitación de calado y esto afecta directamente al consumidor final dado que el flete suele ser más caro en estas circunstancias. Es decir, afecta directamente al comercio exterior paraguayo”, afirmó.

De hecho, el problema no se limita solo al tránsito por el río Paraguay. “En el río Paraná, por ejemplo, los silos están llenos en los puertos graneleros. A los barcos se les dificulta llegar a dichos puertos y los camiones esperan descargar y ya no cuentan con espacios en los silos, dado que de estos no se puede descargar a las unidades de transporte fluvial. Después de mucho hay una bajante tan drástica causada por la naturaleza", mencionó.

Autoridades del gobierno instalaron ya hace varias semanas una mesa permamente para hacer seguimiento y buscar posibles soluciones a este problema del descenso de ríos.

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